La próxima votación será este jueves 8 de mayo. Están previstas dos rondas durante la mañana y dos por la tarde. Si ninguna de ellas arroja un resultado definitivo, se continuará con el mismo esquema en los días siguientes. En caso de no alcanzar un acuerdo luego de tres días, se hará una pausa de reflexión de 24 horas, algo que no sucede desde hace más de 150 años.
Las fumatas: señales de resultado
Las señales de humo que salen por la chimenea del techo de la Capilla Sixtina son la única forma en que el mundo sabe si hay o no un nuevo Papa. La fumata blanca, generada con una mezcla de clorato de potasio, lactosa y colofonia, indica la elección. La fumata negra, en cambio, comunica que el cónclave continúa.
Las fumatas están previstas para el mediodía y las 19:00, salvo que el nuevo Papa sea elegido en la primera votación de una sesión. En ese caso, la señal blanca puede aparecer de forma anticipada, hacia las 10:30 o las 17:30, dependiendo del momento del día.
Durante las votaciones, no hay deliberaciones ni discursos. Todo transcurre en absoluto silencio, salvo las indicaciones de procedimiento. Los cardenales son llamados uno por uno a depositar su voto, y luego las papeletas se leen en voz alta. Las negociaciones se dan fuera del recinto, durante las comidas, los pasillos o encuentros informales en la residencia donde se alojan los electores.
Cuánto podría durar el Cónclave
Aunque los dos últimos cónclaves fueron breves, esta vez no hay un “papable” con consenso mayoritario. Las proyecciones indican que podría extenderse al menos hasta el viernes. Un antecedente similar fue la elección de Juan Pablo II en 1978, que se resolvió tras tres días y ocho votaciones.

