La aparición de una nueva generación de opioides sintéticos está provocando cientos de muertes en Europa y amenaza con expandirse globalmente con una potencia que supera hasta 250 veces la de la heroína. Los nitazenos, sustancias químicas desarrolladas originalmente en los años cincuenta, pero que han proliferado desde 2019, han causado al menos 400 muertes en el Reino Unido en apenas 18 meses, según datos gubernamentales hasta enero de este año.
Según detalla en un informe especial The Wall Street Journal, estas drogas, producidas principalmente en China, presentan un riesgo extraordinario porque cantidades mínimas pueden desencadenar sobredosis fatales. Lo más alarmante es que contaminan drogas recreativas comunes como cocaína, ketamina y éxtasis, además de medicamentos falsificados como Xanax y Valium, afectando incluso a usuarios ocasionales que desconocen completamente su presencia.
La amenaza silenciosa: opioides más potentes que el fentanilo
Los nitazenos representan una escalada dramática en la crisis de opioides sintéticos. Los tipos más frecuentes en las calles son aproximadamente 50 a 250 veces más potentes que la heroína, o hasta cinco veces más fuertes que el fentanilo. Según informó el Wall Street Journal, estas sustancias desarrolladas en los años cincuenta nunca se aprobaron para uso médico en Europa después de que los ensayos revelaran que causaban problemas respiratorios fatales.
“Esta es probablemente la mayor crisis de salud pública para las personas que consumen drogas en el Reino Unido desde la crisis del SIDA en los años ochenta”, declaró al WSJ Vicki Markiewicz, directora ejecutiva de Change Grow Live, un proveedor líder de tratamiento para drogas y alcohol en el Reino Unido. Lo que resulta particularmente inquietante, señaló, es que la mayoría de las personas toman nitazenos sin saberlo, como contaminantes en otras drogas.
La Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido advirtió que, en parte debido a los nitazenos, “nunca ha habido un momento más peligroso para tomar drogas”.
En Estados Unidos, donde el fentanilo domina el mercado de opioides, los nitazenos se han encontrado en al menos 4.300 incautaciones de drogas desde 2019, generalmente en mezclas con fentanilo, y han provocado docenas de muertes. La Administración para el Control de Drogas ha advertido que los cárteles mexicanos podrían utilizar sus relaciones existentes con proveedores chinos para obtener nitazenos e introducirlos en América.
Los nitazenos también están devastando África Occidental como ingrediente prevalente en el kush, una droga sintética que ha matado a miles de personas y llevó a Sierra Leona y Liberia a declarar emergencias nacionales. “Es una preocupación internacional. Se han detectado en todos los continentes”, explicó al WSJ Adam Holland, experto en opioides sintéticos de la Universidad de Bristol.
Las autoridades reconocen que las cifras oficiales de muertes son casi con certeza subestimaciones debido a las limitaciones en las pruebas. Muchos exámenes toxicológicos de sobredosis no incluyen nitazenos, y es probable que estas sustancias sean mucho más prevalentes de lo que sugieren las estadísticas.
La mecánica letal del mercado
El comercio globalizado de drogas lleva a las bandas a traficar una variedad más amplia de sustancias cada vez más potentes, en parte porque el contrabando se vuelve más fácil a medida que se reducen los volúmenes implicados.
Charles Yates, subdirector de la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido, explicó que los traficantes están motivados principalmente por la codicia. “Compran nitazenos potentes de forma barata y los mezclan con agentes de carga como cafeína y paracetamol para fortalecer el producto que se vende y obtener ganancias significativas”, declaró al Wall Street Journal.
“Puedes producirlos con diferentes químicos que son relativamente fáciles de conseguir, y puedes hacerlo en un laboratorio clandestino. Y como son tan potentes, necesitas menos para el mismo tamaño de mercado, por lo que son más fáciles de contrabandear”, añadió Holland.

