El tribunal correccional de París declaró este jueves culpable al ex presidente francés Nicolás Sarkozy por asociación ilícita en el marco de la causa sobre la presunta financiación ilegal de su campaña electoral de 2007 con fondos provenientes del régimen libio.

Según la presidenta del tribunal, Nathalie Gavarino, Sarkozy permitió que sus colaboradores actuaran para obtener apoyos financieros de Libia entre 2005 y 2007, lo que configura el delito de asociación ilícita.

El ex mandatario, de 70 años, fue absuelto de los cargos de corrupción y de encubrimiento de malversación de fondos públicos. Al fallo asistió acompañado de su esposa, Carla Bruni-Sarkozy, a la espera de saber la pena que el tribunal impondrá al final de la audiencia. La fiscalía había solicitado anteriormente una condena de siete años de prisión.

En la misma audiencia fue hallado culpable Claude Guéant, exdirector de campaña de Sarkozy, por asociación ilícita, corrupción pasiva, tráfico de influencias, falsificación y blanqueo agravado. En cambio, Ahmed Salem Bugshan, Edouard Ullmo y el exministro Éric Woerth fueron absueltos de los cargos por los que estaban acusados.

La sentencia dictada cierra una etapa clave en el proceso más mediático sobre supuesta financiación extranjera en la política francesa de las últimas décadas. Se espera que la lectura completa de la condena precise la duración y condiciones de la pena para el ex jefe de Estado.

El ex mandatario compareció ante el tribunal por cargos de corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña, encubrimiento de malversación de fondos y asociación delictiva. La defensa remarcó en varias oportunidades que ningún documento probado acredita la recepción de fondos por parte del ex presidente.

“¿Qué credibilidad puede darse a declaraciones marcadas por un ánimo de venganza?”, expresó Sarkozy durante el proceso.

Las acusaciones surgieron a raíz de un reportaje publicado en 2012 que incluía un memorándum de inteligencia libio, el cual mencionaba un supuesto acuerdo para canalizar 50 millones de euros a la campaña de Sarkozy. El ex líder francés tildó el documento de “falsificación” y denunció difamación.

Las autoridades judiciales galas, tras examinar el memorándum, determinaron que tenía apariencia de autenticidad, pero no consiguieron demostrar que el dinero se hubiese transferido de forma concreta.

Los investigadores examinaron repetidos viajes a Trípoli realizados entre 2005 y 2007 por colaboradores cercanos a Sarkozy, etapa en la que ocupaba el Ministerio del Interior. Las pesquisas se centraron en la posibilidad de que esos desplazamientos estuviesen relacionados con la ingeniería financiera del presunto aporte libio a la contienda electoral.