La tensión en Medio Oriente escaló de forma dramática este jueves, cuando el gobierno de Israel confirmó que lanzó un “ataque preventivo” contra objetivos estratégicos en Irán, incluyendo instalaciones vinculadas al programa nuclear. Tras la ofensiva, Israel declaró el estado de emergencia nacional ante la expectativa de una represalia “inmediata” con misiles y drones por parte del régimen iraní.

El anuncio fue realizado por el Ministerio de Defensa israelí mediante un comunicado oficial. Según reportes de medios internacionales como EFE y The Israel Times, las sirenas de alerta sonaban en todo el país mientras la Fuerza Aérea atacaba decenas de blancos militares en territorio iraní. La operación fue denominada “Nación de Leones”.

En Teherán, diversas explosiones se registraron en distintos puntos de la capital. La televisión estatal confirmó los ataques y en redes sociales circularon videos donde se veían columnas de humo sobre la ciudad. El gobierno iraní aún no emitió una respuesta oficial, aunque había advertido días atrás que aumentaría “significativamente” su producción de uranio enriquecido.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó de inmediato a su gabinete de seguridad. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó un “estado de emergencia especial” en todo el frente interno.

Este conflicto revive los fantasmas del enfrentamiento directo entre dos actores clave de la región. No es la primera vez que Israel ataca territorio iraní: ya lo había hecho en abril de 2024, luego de que Teherán lanzara un ataque masivo con drones como represalia por el bombardeo israelí a su consulado en Damasco.

En medio del conflicto, el presidente estadounidense Donald Trump pidió públicamente a Israel que se abstuviera de atacar, asegurando que Estados Unidos estaba “cerca de un buen acuerdo” con Irán respecto de su programa nuclear. Sin embargo, los bombardeos comenzaron mientras Trump se encontraba en el jardín de la Casa Blanca, acompañado por legisladores.

El clima de máxima tensión se da a tres días de una nueva ronda de negociaciones entre Irán y EE.UU., justo cuando la República Islámica fue duramente cuestionada por el Organismo Internacional de Energía Atómica por incumplimientos en sus compromisos nucleares.

La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los hechos, que podrían marcar un punto de inflexión en la geopolítica global.