El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue enviado a prisión domiciliaria este lunes por decisión del juez Alexandre de Moraes, integrante del Supremo Tribunal Federal (STF). La medida fue tomada debido al “reiterado incumplimiento de las medidas cautelares” que pesaban sobre el líder ultraderechista en el marco de una investigación por el intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022.
Según el fallo, Bolsonaro violó las restricciones judiciales al aparecer vía videollamada en una manifestación celebrada este domingo en Copacabana, Río de Janeiro. La grabación, publicada en redes por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, fue eliminada posteriormente, pero ya había sido vista por miles de seguidores.
“Actuando ilegalmente, el acusado Jair Messias Bolsonaro se dirigió a los manifestantes, produciendo intencional y conscientemente material prefabricado para que sus partidarios continuaran sus intentos de coaccionar al Supremo Tribunal Federal y obstruir la justicia”, escribió Moraes en su resolución. Además, calificó la intervención del exmandatario como “encubierta” y parte de una “conducta ilegal”.
Como parte de las condiciones de la detención domiciliaria, Bolsonaro tiene prohibido recibir visitas, salvo de sus abogados o personas específicamente autorizadas por el tribunal, y no podrá usar teléfonos celulares, ni directa ni indirectamente.
El expresidente enfrenta una causa en la que se lo acusa de haber conspirado con aliados civiles y militares para desconocer los resultados de las elecciones que consagraron a Luiz Inácio Lula da Silva como presidente.
La resolución judicial marca un nuevo capítulo en el proceso que lo tiene bajo la lupa del máximo tribunal brasileño. Mientras tanto, sectores que lo respaldan salieron a manifestarse en las calles de Río en rechazo a la decisión judicial.

