El nuevo papa, León IXV es el elegido por el cónclave para reemplazar al papa Francisco. El estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, era prefecto del Dicasterio para los Obispos y arzobispo-obispo emérito de Chiclayo (Perú), y era considerado figura central dentro del gobierno de la Iglesia Católica.

Prevost fue designado en enero de 2023 para liderar el dicasterio vaticano, el “ministerio” encargado de aconsejar al Papa en la tarea de seleccionar obispos a nivel mundial. Ese mismo año, en septiembre, fue elevado al cardenalato y ganó relevancia dentro del Sacro Colegio.

Era cercano a Francisco y algunos consideran que implicará una continuidad de su legado.

Prevost nació en Chicago, Illinois, el 14 de septiembre de 1955. Ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977 y profesó sus votos solemnes en 1981, según precisa la Oficina de Prensa del Vaticano.

Su sólida formación académica incluye:

  • Una licenciatura en Ciencias en Matemáticas de la Universidad de Villanova (1977)
  • Una maestría en Divinidad de la Catholic Theological Union en Chicago
  • La licenciatura y el doctorado en derecho canónico de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma. Su tesis doctoral se centró en “El rol del prior local en la Orden de San Agustín”
  • Prevost recibió la ordenación sacerdotal el 19 de junio de 1982. Poco después, en 1985, Prevost fue enviado a la misión agustiniana en Perú, marcando el inicio de una larga y significativa etapa en Latinoamérica. Su primer destino fue Chulucanas, donde se desempeñó como canciller de la Prelatura Territorial entre 1985 y 1986.

El paso de Prevost por Chicago

Tras un breve regreso a Estados Unidos como director vocacional y de misiones para la provincia agustiniana de Chicago (1987-1988), volvió a Perú. Durante los siguientes diez años, dirigió el seminario agustiniano en Trujillo y enseñó derecho canónico en el seminario diocesano, donde también fue prefecto de estudios.

También sirvió en diversas capacidades, incluyendo párroco, oficial diocesano, director de formación, profesor de seminario y vicario judicial en la arquidiócesis de Trujillo (1989-1998).

En 1999, Prevost regresó a Chicago y fue elegido prior provincial de la provincia “Madre del Buen Consejo”, según el College of Cardinals Report. Dos años y medio después, en el Capítulo General de los Agustinos, fue elegido prior general, cargo que ocupó durante dos mandatos consecutivos hasta 2013. Este liderazgo a nivel internacional dentro de su orden religiosa le brindó una perspectiva global sobre los desafíos y dinámicas de la Iglesia.

Un nuevo giro en su trayectoria se produjo en 2014, cuando el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, Perú. Fue elevado al episcopado en 2015 y se convirtió en obispo de Chiclayo. Durante su tiempo allí, también desempeñó un papel activo en la Conferencia Episcopal Peruana, sirviendo como segundo vicepresidente y miembro del consejo permanente entre 2018 y 2023.

El nombramiento de Prevost como prefecto del Dicasterio para los Obispos en enero de 2023 lo colocó en el centro de las decisiones sobre el liderazgo de la Iglesia a nivel global, ya que este dicasterio es el que le aconseja al Papa en la selección de los obispos.

Su designación fue interpretada por expertos como una muestra del impulso reformista de Francisco. Posteriormente, su elevación al cardenalato el 30 de septiembre de 2023, consolidó aún más su posición dentro de la jerarquía vaticana, según los especialistas