Un episodio de extrema tensión sacudió este sábado a la Universidad de Brown, una de las instituciones más prestigiosas de Estados Unidos, luego de que se reportara un tiroteo dentro de su campus. “Puedo confirmar que hay dos personas muertas y otras ocho en estado crítico”, declaró Brett Smiley, alcalde de Providence, en una rueda de prensa.

La primera alerta se emitió cerca de las 17 (hora local), cuando la universidad informó sobre la presencia de un “tirador activo” en las inmediaciones del edificio donde funcionan áreas clave de la Escuela de Ingeniería y el Departamento de Física. A través de mensajes de emergencia, las autoridades académicas pidieron a toda la comunidad permanecer resguardada hasta nuevo aviso.

En paralelo, la Policía de Providence confirmó públicamente que “varias personas” recibieron disparos cerca del campus. La investigación quedó a cargo de múltiples agencias, mientras patrulleros, ambulancias y equipos de bomberos rodeaban la zona.

El hecho generó confusión durante los primeros minutos. En un comunicado inicial, la Universidad de Brown informó que un sospechoso había sido detenido. Sin embargo, alrededor de una hora más tarde, la institución corrigió esa versión y aclaró que no había personas bajo custodia y que la policía continuaba buscando al agresor o a posibles cómplices.

La gravedad del episodio motivó también la intervención de fuerzas federales. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que agentes del FBI se encontraban trabajando en el lugar.

A través de un mensaje publicado en su red social Truth Social, expresó su apoyo a los afectados y envió condolencias a las víctimas y sus familias.

Mientras tanto, desde la universidad reiteraron las recomendaciones de seguridad habituales para este tipo de situaciones críticas. En los mensajes enviados a estudiantes y empleados se insistió en cerrar con llave las puertas, apagar o silenciar los teléfonos y mantenerse fuera de la vista.

Brown alberga a cerca de 11.000 estudiantes entre carreras de grado y posgrado, y su campus principal se integra al entramado urbano de Providence, muy cerca del área metropolitana de Boston.

El edificio Barus & Holley, epicentro del operativo, es una estructura de siete pisos que concentra decenas de aulas, oficinas y más de un centenar de laboratorios.