El eslovaco Peter Sagan se convirtió ayer, con 22 años, en el segundo ciclista más joven en ganar una etapa del Tour de Francia, sólo superado por la que consiguió Lance Armstrong en 1993, pero el corredor del Liquigas afirmó que todavía no piensa en el futuro.
“Estoy en el inicio de mi carrera, si todo va bien, supongo que me quedarán muchos años. Ya veremos”, afirmó un tanto avergonzado por las comparaciones con el texano que se hizo con siete ediciones de la ronda gala.
Sagan, con rostro aniñado y aspecto adolescente, ha demostrado una gran potencia, suficiente para adelantar en el último tramo de la etapa de Saraing a la locomotora Fabian Cancellara.
