Iguales. Arthur, de Brasil, trata de llevarse la pelota ante la marca rival. Brasil dominó pero careció de puntada final y terminó empatando 0-0 con Venezuela.

Brasil dio todo. Dominó siempre. Pero careció de algo que se necesita para ganar: el gol. Y encima tuvo un gran enemigo: el VAR. Porque le anularon tres goles. Así salió todo el partido ante Venezuela. Fue 0-0 y la Vinotinto se retiró feliz porque en la última fecha debe jugar con Bolivia y, si le gana, y Brasil vence a Perú, entra segundo en el grupo y se clasifica.

Desde el inicio Venezuela salió decidido a defender el cero y se agrupó en cercanías de su área. Le cedió por completo la pelota al local y trató, cuando pudo, de salir en contragolpe.

Promediando la primer parte, el dueño de casa empezó a ponerse nervioso porque llegaba pero le faltaba la puntada final. Por todo eso se fueron al descanso con el tablero en blanco. La gente en el estadio de Salvador se mostraba nerviosa y contrariada con el trabajo de su Selección.

En el complemento el técnico brasileño metió cambios ofensivos por lo que el panorama siguió siendo el mismo. Es decir, Brasil volcado por completo al ataque y Venezuela decidido a defender el 0-0 con uñas y dientes.

Promediando la segunda etapa, el árbitro por dos veces recurrió al VAR para anularle un gol al local. Ya por ese entonces el dueño de casa probaba todo tipo de variantes. Especialmente las pelotas aéreas que llegaban tras los córners y los centros de los costados. Pero no se le daba porque Venezuela se había cerrado completamente en defensa y no dejaba espacios para nada. A los 41" Everton desbordó por la izquierda, lanzó un centro al corazón del área y Coutinho la empujó al gol. Pero otra vez el árbitro lo anuló recurriendo al VAR.