El ecuatoriano que fue sexto en la Vuelta a San Juan, hace tres meses, ganó la cuarta etapa de la Corsa Rosa que sigue liderando el esloveno Roglic.

El ciclista ecuatoriano del Movistar Team, Richard Carapaz, sexto en la pasada Vuelta a San Juan, se quedó ayer con el cuarto parcial de la actual edición del Giro de Italia. El ciclista que llegó a la "corsa rosa" como el peón de lujo del español Mikel Landa, es quien mejor clasificado está del equipo español en la clasificación general que es liderada por el esloveno Primoz Roglic (Team Jumbo Vista).

En el tramo de 235 kilómetros entre Orbetello y Frascati con tramos planos propicios para los velocistas pero algunos segmentos de camino de los denominados "quebrados" y un final en ascenso fue dominado por el fuerte rodador y escalador colombiano, quien realizó un ataque largo sobre los seis hombres con los que había abierto un hueco de 15 segundos con respecto al resto de los competidores.

Entre los siete hombres que definieron la etapa se encontraba el velocista alemán Pascal Ackerman (Bora-Hansgroe) y el líder de la general, quien ni se inmutó en tratar de quedarse con el parcial y se limitó a cerrar la fila de corredores que superó con algo de ventaja sobre el resto la línea de meta.

Una caída a 6,5 kilómetros de la meta provocó que el holandés Tom Dumolin (Sunweb) perdiera más de 4 minutos y resignara gran parte de sus expectativas por repetir la victoria final en el Giro como lo hizo en 2017.

Hoy se disputará la quinta etapa, serán 140 kilómetros entre Frascatti y Terracina con dos puertos de altura pero con un final propicio para que los velocistas muestren otra vez sus credenciales.