El distinto. Carlos Tevez busca penetrar entre los centrales verdinegros Leandro Vegay Matías Escudero. El "Apache' junto a Pavón marcaron el camino de Boca porque ambos jugaron a otra velocidad y fueron la clave del éxito xeneize.

Simplemente porque Boca tiene jerarquía, otro nivel y en las chances que tiene no perdona, le ganó 4-2 a San Martín en la Bombonera por la 17ma fecha de la Superliga. El Verdinegro sigue sin ganar este año, pero ayer fue un digno rival ante el puntero, ya que nunca se metió atrás, tuvo mayor posesión de pelota, cuando puso el balón al piso demostró carácter y buenas intenciones con su juego. No obstante, empezó perdiendo 2-0 a los 9' y ese fue un condicionante al que se sobrepuso, estuvo muy cerca de empatar dos veces, pero la efectividad y el cambio de ritmo del Xeneize fueron letales.


Boca sorprendió y ratificó por qué es el equipo que más rápido "madruga" al rival. Carlos Tevez convirtió (remató Edwin Cardona y en el rebote de Ardente el "Apache" convirtió) y Cristian Pavón amplió (pelotazo profundo de Tevez, el delantero enfrentó a Ardente, lo gambeteó y definió con todo el arco disponible). Aunque no fue una carga para los sanjuaninos, sino un problema con rápida resolución dado que descontó por intermedio de Álvaro Fernández a los 12' (de cabeza tras anticipar en el primer palo el centro de Carabajal).


Incluso pasados los 15' San Martín se acomodó, tocó y le hizo frente al conjunto del Mellizo. Mientras que Boca fue profundo por las bandas y por donde complicó, más allá que buscó terminar sus jugadas por el medio.

El próximo partido de San Martín será el lunes 5 de marzo, recibiendo a Independiente, a las 19.

El Verdinegro nunca se metió atrás, siempre buscó el empate y lo tuvo sobre los 36', con el centro al punto del penal que Marcos Gelabert, en soledad, cabeceó a las manos de Rossi. Y en el final fue Ardente, quien con su pie desvió el disparo de Cardona y en el rebote Fabra la tiró por arriba del travesaño. Ese cambio de ritmo que mostró el Xeneize fue la diferencia en cancha, porque jugó a otra velocidad hasta sin tener la pelota.


Para el segundo tiempo, San Martín salió convencido a que podía más en virtud de lo plasmado en el primer parcial, sobre todo con la tarea en el mediocampo con Nicolás Pelaitay en el centro, y Álvaro Fernández con Marcos Gelabert como volantes por los costados.


Entonces emparejó el partido, tomó la iniciativa, fue cauto y prolijo con su juego a ras del piso. Prudente sabiendo que un error lo podía pagar caro ante las individualidades del rival. Por eso Pipo arriesgó, sacó al volante de contención Pelaitay y puso al enganche Maxi Rodríguez. Luego Claudio Mosca sustituyó a Nicolás Mana y San Martín volvió a pararse en cancha con el clásico dibujo que caracteriza a Gorosito.


Incluso a los 18, tras el pase de Mosca, Rodríguez encaró pero el arquero Rossi lo atoró justo y se quedó con el empate sanjuanino. Y fue cuando quedó en evidencia la efectividad de cada uno, dado que en la siguiente, a los 22', Nandez estampó el 3-1 con sólo empujar el balón luego de la "pared' y asistencia a pura velocidad de Pavón.


El gol fue un golpe a la ilusión de San Martín. Pero no bajó su propuesta, porque mientras Ardente le sacó el cuarto a Tevez, a los 42' Claudio Spinelli descontó, aunque Boca no dio lugar a nada, puesto que Ramón Abila cerró el partido 4-2 para el puntero.