La primera fecha del calendario de ruta 2023 / 2024, se la llevó un ciclista que en el último mes ha hilvanado una serie de victorias que lo sitúan en el mejor momento de su carrera deportiva. Leonardo Cobarrubia, el joven capitán del SEP-San Juan, ratificó su presente imponiéndose en el embalaje de siete corredores que monopolizaron la atención desde el comienzo mismo de la 21 edición del circuito ‘Carlos Escudero’

Campeón argentino de pista en vueltas puntuables, en el torneo realizado hace un mes en el nuevo velódromo Vicente Chancay; ganador de la décimo segunda Vuelta a Cutral Có; a sus 25 años, el ‘Colo’ -como lo conocen todos en el ambiente demostró ayer que está maduro y con el hambre deportivo de consolidar todo lo bueno que venía insinuando desde los juveniles.

La competencia del Sol Naciente, que en esta ocasión no pasó por la Villa Flora, propuso al pelotón, seis ascensos al paredón del Dique de Ullum -se giraba en ‘U’ en El Castillito-, que fueron minando las fuerzas de un pelotón, que como tenía hombres en la fuga del día, y también de la carrera, poco hizo para cerrar el hueco, que llegó a tener, promediando la competencia, casi cinco minutos de diferencia.

Cobarrubia, con su compañero Marcos León Rodríguez, junto a Darío Álvarez y Maximiliano Navarrete (Chimbas Te Quiero), Exequiel Alarcón (Vento-Diberboll), Agustín Videla (Municipalidad de Rawson), y Ricardo Escuela (Municipalidad de Pocito), abrieron una brecha en la vuelta inicial, cuando la ruta comenzó a empinarse hacía el murallón del Dique.

La segunda fecha será el próximo domingo, con el turno del ‘Homenaje a la Doble Calingasta’.

Y, entre el sólido andar de los fugados, y la pasividad del pelotón, lo más trascendente no fue el juego del ‘gato y el ratón’, porque atrás no se inmutaron. En ese contexto lo más emocionante fue saber como se repartían las 13 pasadas especiales, algunas de ellas muy llamativas porque el premio eran cinco kilógramos de carne.

Cuando atrás algunos se rebelaron e intentaron acercarse, ya era tarde. La suerte estaba echada desde el amanecer de la competencia. Y, justamente, la competencia estaba entre los siete madrugadores.

En el esfuerzo final, los del SEP fueron más sólidos, Rodríguez levantó el embalaje y Cobarrubia no perdonó.