En lugares donde la actividad es sólo para seres humanos se colocan los candados y nadie asiste por el tiempo indicado. Pero en otras disciplinas, como las actividades hípicas, hay seres que necesitan del apoyo de gente para poder subsistir. En este caso los, casi, 180 caballos que viven en los distintos boxes del Jockey Club de Rivadavia.

"El club está cerrado para todo tipo de actividades", confió Ricardo Oliva, presidente de la comisión de carreras de la entidad. De acuerdo a lo comentado por el dirigente se ha reducido el ingreso a tres o cuatro personas, según la cantidad de animales que pertenezcan a los distintos stud que tienen sus espacios.

El portero le abre el portón de ingreso solamente a todas las personas menores de 60 años, sin distinción de funciones. Así sean propietarios, cuidadores o peones. "Es necesario que ingresen las movilidades de quienes proveen de avena y pasto, quienes descargan los fardos frente a los boxes de ingreso y se retiran".

Cada uno de los responsables debe dividir su tiempo para alimentar dos veces por día a cada caballo. Además pasearlos para que estiren sus patas y se sacudan el estrés de estar encerrados en piezas de 3 x 3 metros. Todo ello sin contar que debe procederse a la limpieza diaria de cada uno de los boxes.

Con respecto a la asistencia veterinaria, se han implementado un programa de guardias por medio del cual si es necesario que algún especialista deba observar a algún pingo se lo convoque por medio de un llamado telefónico.

"Creo que estamos haciendo las cosas con la responsabilidad que exige este momento que nos toca vivir como habitantes de este mundo", finalizó Oliva.

Amargo "Vendimia" para los sanjuaninos

 

La última actividad competitiva de pura sangre sanjuaninos fue el Gran Premio Vendimia, corrido el 8 de marzo en Mendoza. Dos cracks del stud La Nona, Elmaestrodelarte y Atlas Again, ambos ganadores del GP Vicente Dupuy y favoritos, como Will Smith, caballo que pertenece al ex técnico de San Martín, Rubén Forestello, sufrieron en carne propia la impericia de un largador que abrió una de las puertas de los dos repartidores en los que esperaban los caballos, curiosamente en la que estaban los pingos sanjuaninos. El banderillero que debía hacer flamear su "trapo" declarando largada en falso, no lo levantó y el trío hizo más de 1.000 metros a fondo, por lo que después, cuando se produjo la nueva largada los cuidadores decidieron retirarlos de la competencia porque "habían hecho un gran desgaste". Finalmente la victoria fue para The Las Ilusion, un caballo mendocino que fue montado por el jockey Horacio Betanzos.