El fútbol, como la vida misma, siempre da revancha... Pisando las cuatro décadas, en la vida de un futbolista que solo sabe y siente ser futbolista, estar sin equipo va destemplando el alma. Si lo sabrá Sebastián Pereira, el hoy capitán de Sportivo Rivadavia, que se prepara para ir por la final de la Región Cuyo este domingo contra Atlético Alianza. Lo sufrió mal. Fueron sesenta días sin equipo, sin futuro, sabiendo que a los 40 años, todo es más complejo pero jamás se entregó. Solito, en su lugar en el mundo que es la Villa Hipódromo en Rawson, siguió entrenando. En el parque rawsino, en el gimnasio de un amigo, sin parar. Tenía que aparecer la chance y su revancha se vistió de rojo y blanco. Cuando pocos se animaban, Pereira eligió Rivadavia y el reencuentro con un técnico como Víctor Hugo Cabello que hace 22 años atrás lo metió en la vida de Atlético Alianza para hilvanar un recorrido de amores compartidos que hoy se mantiene en el sentimiento que Wanda, la hija de Sebastián, tiene por el club Lechuzo.

Capitán. En Rivadavia, Sebastián Pereira mostró su vigencia y es clave en el presente del Albirrojo de La Bebida.

"Las cosas de la vida y del fútbol nunca dejan de sorprenderte. Yo soy muy creyente y siempre le pedía a Dios una chance más. Cuando salí de Villa Obrera y con 40 años, decidí seguir entrenando solo sabiendo que se tenía que dar. Apareció Rivadavia y si estamos donde estamos ahora, debe ser por algo. Hay experiencia y juventud con mucha humildad en el medio. Esa es la receta que nos ha llevado hasta este momento histórico para toda La Bebida. Queda mucho y poco a la vez, pero uno sabe que estamos en buen camino y muy ilusionados. A esta edad, para mi es un regalo divino estar de capitán y jugando estas finales. Tuve la chance de disputar varias, con Trinidad, con Alianza, pero esta es muy especial porque es distinto todo. Rivadavia tiene muy buena gente y se merecen una alegría así", abrió el capitán albirrojo.

El presente es Rivadavia pero su origen futbolero nació en Trinidad. Luego, el click para meterse en la vida de Alianza de la mano de Cabello para un Argentino A del 2002. Ahí, fue amor a primera vista y ese sentimiento con los Lechuzos nunca moriría: "Viví de todo con Alianza. Las alegrías, los momentos agrios, todo. Compartí planteles con fenómenos como el Mono Vargas, Daniel Garipe que es padrino de mi hija, Rubén Ceballos, Adrián Giampietri, Sergio Ríos y varios más. Inolvidables para mi y para mi familia. El sentimiento por Alianza se nos metió en la sangre y Wanda entró conmigo a la cancha de Santa Lucía cuando apenas tenía dos meses de edad". Se viene la semifinal y Pereira quiere hacer historia: "Es un partido muy especial para nosotros, pero para mi será distinto a todos los que jugué. A los 40 uno toma otra dimensión de lo que parece ser solo un partido de fútbol. Es la vida misma que enseña y que como Dios lo quiso, ahora me da revancha".

Inolvidable. Wanda, con apenas dos meses ya era parte de la vida futbolera de Sebastian que la llevó desde bebé a la cancha de Alianza y hoy, sigue disfrutando de ese amor.

Todo listo en La Bebida

Sabiendo que el árbitro mendocino Gabriel Araujo será el que dirija la segunda semifinal entre los sanjuaninos de la Región Cuyo, en La Bebida esperan con todo listo el partido del domingo a las 18. En la ida, Rivadavia perdió a su goleador Luciano Riveros por expulsión y todo indica que entre Bravo o Jorge Olivares estaría su reemplazo. En la otra llave, Gutierrez Sport recibirá a Argentino de Alvear desde las 20 en la ciudad de Mendoza, para remontar el 2-1 de la ida.