Dinamarca revalidó su título de campeona del mundo logrado hace dos años. En la final derrotó a Suecia por 26-24, en gran medida gracias a su portero Niklas Landin, que fue casi imbatible para los suecos durante el último cuarto de hora, al que se había llegado con un apretado 21-20 y trámite abierto.

Que Dinamarca fuera la campeona mundial y olímpica en ejercicio no la hacía mas favorita que Suecia, que no disputaba la final de un Mundial desde hacía 20 años. Los suecos con un juego sólido y eficaz llegaron a tener dos goles de ventaja al final de la primera parte. El ingreso del joven lateral Holm y la seguridad de su arquero le permitieron a Dinamarca, primero reencauzar el partido con cuatro goles en cinco minutos y luego mantener una diferencia de dos goles (25-23) cuando Landin le atajó un penal a Wanne y afirmó la victoria.