Inspirado. Nacho Fernández gana ante Nicolás Capaldo y Lisandro López. El volante sentenció la historia en el complemento, jugando por donde desequilibra, en uno de los aciertos de Gallardo.

Un segundo, una decisión, un clásico. Así de finito suele ser el margen de definición de estos megapartidos y a River le alcanzó con eso. Con la polémica del VAR, chispazos de su reconocido funcionamiento colectivo y la vocación por ir a buscarlo, el equipo de Gallardo se quedó con la primera semifinal, pero desde lo futbolístico, todo está por verse y dentro de tres semanas puede que pase cualquier cosa. Es que Boca, lejos de jugar a defenderse, terminó variando su postura positivamente por ese polémico penal en el amanecer del partido, jugando lejos de su área, presionando la zona de creación de River y creando varias situaciones de gol que con más contundencia podrían haber resuelto de otra manera la primera semifinal en el Monumental. Todo, absolutamente todo, está por verse. El comienzo alteró todo. Porque ese penal de Mas a Borré no hizo más que cambiar los libretos y hasta los roles de los 22 protagonistas. River, que tenía diagramado su clásico partido de alta presión, de asfixia constante, de extrema movilidad, de pronto se encontró con esos espacios que Boca iba a negárselos pero no pudo aprovecharlos. Y Boca que pensó un partido de retranca, de achicar para atrás, de pronto tuvo que salir a jugarlo en campo contrario, arriesgando desprotegido. Así, en esos primeros 45" la mínima luz de ventaja fue de River, pero Boca estuvo a centímetros de haberlo empatado con ese gol increíble que perdió Capaldo.

En el complemento, Gallardo leyó bien la película y recuperó el juego en River con la rotación de traer a Nacho Fernández a la derecha y mandar a De la Cruz por la izquierda. Ahí, sí River fue más parecido al River arrollador. Encontró los espacios, los explotó mejor y estuvo más profundo. Del otro lado, en Boca, Alfaro empezó a leer el libreto necesario y con cambios buscó emparejarle la historia. Adentro Tevez, afuera Soldano pero la historia no estaba decidida. Y claro, esa mejoría de River tenía que dar frutos. Con Scocco más lúcido, apareció el juego asociado y Nacho Fernández se encontró con ese gol que puede ser clasificación por todo lo que hay en juego.

River sacó su mínima diferencia con polémica pero la duplicó con juego. Esa tal vez sea la única y sustentable justificación de que el primer chico sea millonario. Pero en esta historia de megapartidos nada está dicho. River ya hizo lo suyo en la serie, ahora Boca en tres semanas tendrá que demostrar por qué quiere llegar a la final de otra Copa Libertadores. Como para decir que nada está dicho.

Revancha

Necesidades

En la Bombonera, dentro de tres semanas, Boca tendrá que salir a levantar una doble desventaja contra un River que marcando un gol, obligaría a la goleada local.

Las claves

Retoque

River no había podido jugar a lo River en el primer tiempo y Gallardo lo remedió con la rotación de los volantes Nacho Fernández y De la Cruz. Con eso consiguió la profundidad para lastimar a Boca y sacar su ventaja en el Monumental.

Desdibujado

Boca fue mucho más en el primer tiempo, donde obligado salió a buscar el partido. En el complemento perdió orden, sufrió más el juego de River y se quedó sin llegada ofensiva pese a que Alfaro metió a Tevez, Zárate y Salvio, cambios que no le rindieron.