En una demostración de sus virtudes como contrarrelojista, Juan Pablo Dotti (SEP-San Juan) se quedó ayer con la etapa contrarreloj de la tercera Vuelta del Porvenir (2.2 de la UCI), que se disputa en San Luis. El capitán del SEP aventajó por 9 segundos al bonaerense Sergio Fredes (KTM), ganador de la primera edición (NR: la segunda la ganó el año pasado Nicolás Tivani); esa diferencia le sirvió para saltar al primer puesto de la clasificación general, desbancando al joven pedalista Héctor Quintana (Selección de Chile) que llegó a más de medio minuto del nuevo líder.

La tarea de Dotti contó con el valioso aporte de su compañero Leonardo Cobarrubia, quien con su quinto tiempo sumó para que la escuadra de los Bichos Verdes, quede solitariamente al frente de la clasificación general por equipos, en la que el SEP abrió una brecha de 43 segundos con la selección chilena y 1m39s con la formación de Gremios por el Deporte que quedó en el tercer puesto.

Dotti comanda la general individual, y el SEP la de equipos, en la competencia puntana

La prueba de ayer se lanzó y culminó en el Durazno, y tuvo su punto más alejado en el río Barranquita, donde iniciaban el retorno. Si bien es cierto se la considera una crono llana, en el transcurso tuvo un desnivel de 75 metros, que conforman un falso plano, bastante exigente para los ciclistas, que aparte deben lidiar con el viento que les castigó de costado.

Lo de Dotti y Cobarrubia fue lo más destacado de las escuadras sanjuaninas. Leandro Messineo (Chimbas Te Quiero) fue séptimo, a 43s, de Dotti. Emiliano Ibarra y Laureano Rosas, ambos de Gremios por el Deporte, completaron el recorrido en los puestos 11 y 13, a 57s y 1m01s, respectivamente.

Hoy se disputará la etapa reina, la que ‘teóricamente’ puede definir la carrera. Serán 148,8 kilómetros de terreno quebrado, que larga en Juana Koslay, pasa por el Alto de la Florida, visita la ciudad de La Punta, va hasta la Villa de la Quebrada, y retorna por la Ruta 3 para subir al Mirador del Potrero, ubicado a 1.2.2 metros de altitud, con un tramo final de 4,7 kilómetros al 6,6 por ciento de inclinación, que se hacen interminables para los corredores que deberán afrontar su ascenso con más de 500 kilómetros en las piernas, acumulados en los cuatro días de competencia.

Cumplida la cita con la montaña, mañana el final será sobre un terreno menos complicado.