En ataque. Emmanuel Giglioti intenta un remate ante la marca de Sosa. El Rojo, que perdió su tercer penal consecutivo, lleva cuarto partidos sin perder.

 

Tuvo la cabeza en otra cosa, porque no jugó bien. Independiente, que piensa en la revancha de la Copa Libertadores el próximo martes ante River, igualó ayer con Tigre, que ocupa el penúltimo puesto en la tabla de promedios, en un partido en el que falló un penal. Fue en el encuentro que abrió la séptima fecha de la Superliga, que finalizó sin goles en el estadio Libertadores de América.

La Copa es la prioridad para Independiente y por eso Ariel Holan optó por preservar a la mayoría de los futbolistas que habitualmente son titulares y presentó una formación alternativa. Tigre, que llegó a este duelo con sus urgencias a cuestas (ocupa el penúltimo puesto de la tabla de promedios) y con Juan Carlos Blengio como entrenador interino (Cristian Ledesma renunció tras la derrota ante Huracán), mostró un buen juego en el primer capítulo, fue superior a su adversario e hizo méritos para adelantarse.

Sin embargo la más clara de la etapa fue de Independiente y desde los 12 pasos, luego de una grotesca infracción de Sebastián Prediger sobre Fernando Gaibor (luego se retiró lesionado y fue reemplazado por Nicolás Domingo): Augusto Batalla detuvo el remate bastante anunciado de Gonzalo Verón.

La aceptable imagen que había ofrecido el capítulo inicial se desdibujó rápido en el complemento. Fueron 45 minutos chatos, sin juego elaborado ni llegadas a los arcos. El 0 a 0 le terminó quedando bien al duelo.

Fuente: Clarín.