No hubo sorpresas en el informe de la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del ACA, luego de la llegada de un representante que supervisó el autódromo El Zonda-Eduardo Copello de cara a la carrera que el TC 2000 tiene prevista para el 4 y 5 de noviembre. Tal como adelantó DIARIO DE CUYO, la situación es complicada no tanto por las obras que están realizando sino por las que aún deben hacerse. Así, la CDA no le bajó el pulgar en forma concreta a la competencia en la Quebrada Rugiente (harán una nueva inspección) pero aclaró que "ve difícil" la autorización. En los hechos, a dos semanas de la carrera, sólo se espera el anuncio oficial de la cancelación de la fecha en ese escenario (el año pasado sucedió lo mismo y la carrera finalmente se disputó en El Villicum), más allá de que la categoría aún la mantenga en el calendario de su web.

De acuerdo al informe de la CDA, hay trabajos que deben realizarse en forma "indispensable para la concreción de la competencia y habilitación del circuito con los estándares de seguridad básicos que requiere esta entidad y la FIA:

- Corrimiento de muros del sector de la Viborita.

- Retiro de muro salida de la Olla hacia el Puente.

- Cambio de protecciones en la salida de la curva Juan María Traverso

- Trabajos de corrimiento de muro y ampliación de cama de desaceleración de horquilla.

- Cambio de protecciones de neumáticos y realización a nuevo de todo el perímetro de banquinas del circuito".

Y luego aclara "en el entendimiento que por tiempos y estado de avance de obras será muy difícil confirmar la habilitación del circuito para preservar las normas de seguridad". A la vez que deja abierta una puerta al anunciar una próxima visita del personal técnico, pero sin dar fechas.