Todavía en el vestuario de San Martín se le busca explicación y el por qué se dejaron escapar dos puntos el domingo en el empate 2-2 ante Tigre, cuando ganaba con cierta comodidad 2-0 al término del primer tiempo. Un mal que le está costando en las últimas presentaciones y que lo han dejado al equipo de Gabriel Perrone con más dudas que certezas y un panorama que lo obliga a ganar las 3 fechas que restan del presente Torneo Inicial para no terminar en el fondo de los promedios. Para el DT se debe a que “la condición física hace que el equipo no pueda tener reacción y sostener el ritmo de juego”.
El domingo, el más directo fue Mauro Bogado quien admitió con total franqueza lo que sucede: “No sabemos cerrar los partidos, tenemos que ser más inteligentes”. Pocas palabras del volante, pero que resumen la realidad por la que atraviesan.
La misma que sufrió en los últimos tres juegos de local. Empezó ante Rafaela hace 5 fechas, cuando le ganaba -debía superarlo por ser un rival directo en la permanencia- por el gol de Mas, pero en el complemento y faltando 8 minutos para el final se lo empató la Crema con un autogol de Landa (en una jugada que había posición adelantada). El equipo se nubló y 5’ después lo perdió 2-1.
Ante Independiente, por la 14ta fecha, tuvo enormes chances de vencer al Rojo, otro que está comprometido con el descenso, y no le encontró la vuelta para romper el 0-0. Y se completó con lo de Tigre para un mal que complica al equipo y que Perrone así lo definió: “Del 1er al 2do tiempo cambió la actitud física, que lo venimos observando hace tiempo. Nos cuesta sostener los segundos tiempos”. El resultado final, sumó 3 de los últimos 15 puntos y el llamado de emergencia se volvió a encender.

