Nació el 17 de mayo de 1990. Tiene 26 años. Es de estatura media tirando a alto (1,78 m) pero de ninguna manera es de esos grandotes que asustan con sólo mirarlos. Tampoco es un tanque (pesa 75 kg), sino más bien un cuerpo a la dimensión de su altura: atlético y de porte medio. Es Darío Benedetto, el "Pipa" para todos en el ambiente del fútbol. El delantero de Boca Juniors que va demostrando los motivos de por qué lo contrataron. Por qué lo trajeron desde México para que haga goles en el equipo del Mellizo Barros Schelotto. Justamente el técnico del Xeneize es uno de los que se jugó porque Benedetto termine siendo titular en el equipo cuando arrancó el 2017.

Es que el "Pipa" y Walter Bou, también recién llegado a Boca pero en su caso desde Gimnasia y Esgrima de La Plata, tuvieron una dura pero sana disputa por quedarse con el puesto antes que se reanude el torneo de AFA. Y el Mellizo prefirió a Benedetto, cuando los especialistas y la gente en general admiraban a Bou por su alta efectividad en las redes rivales.

Y el jugador nacido en Berazategui empezó a darle razón a Barros Schelotto. El DT se quedó con aquella imagen del "Pelado" a fines del año pasado, cuando por ejemplo, se despachó con una tripleta de goles ante Quilmes. Y después, cuando tuvo una destacada actuación frente a Central por la Copa Argentina marcando en la derrota del Xeneize.

Entonces el Mellizo lo prefirió sobre Bou. Y este año largó derechito. En la primera presentación del equipo de La Ribera, ante Banfield, Benedetto se anotó en la red rival por duplicado. No marcó frente a Talleres de Córdoba y después hizo uno ante San Martín, aquí, en San Juan. Y este sábado pasado, ante Defensa y Justicia, le dio la alegría todo el pueblo bostero, cuando definió con una frialdad admirable y le dio forma al 1-0 decisivo.

Darío tiene eso. Capacidad goleadora. Frialdad para definir. Movimientos precisos con o sin pelota. Un salto espectacular, que hace que le gane a defensores muchos más alto que él. Todo eso lo demostró en el Estadio del Bicentenario. Un jugadorazo que le da problemas a cualquier tipo de defensas.

Empezó en el fútbol profesional en Arsenal de Sarandí. Allá por el año 2008. Siempre con la "9" en la espalda. Luego pasó por Defensa y Justicia y por Gimnasia de Jujuy. Volvió al equipo del Viaducto y de ahí se fue a México. Volvió locos a los hinchas del Tijuana haciendo goles en casi todos los partidos. Por eso lo contrató un grande del fútbol azteca: el América.

En ese club no tuvo una actuación brillante por lo que decidió regresar a la Argentina. Y recaló en Boca, que se había fijado en él.

Tal vez, alguien, alguna vez, se fije en él para la Selección argentina. Porque es un "9" de primera línea. Por ahí con menos rodaje que el "Pipita" Higuain o Lucas Pratto, pero seguro con una cintura con menos kilos y con mayor movilidad que los dos...