El plantel de Vélez Sarsfield retornó a la actividad, con miras al comienzo del torneo Clausura de primera división, y lo hizo sin las presencias del uruguayo Santiago Silva ni el chileno Waldo Ponce. Sin embargo, ambas ausencias revisten características distintas. Mientras el goleador en el último Apertura en el campeón Banfield solicitó un permiso de 24 horas para integrarse a la pretemporada del elenco velezano en Necochea, el defensor estaría resolviendo su incorporación al Wigan, que milita en la Premier League británica.
El pase de Silva pertenece en un 50 por ciento a la entidad de Liniers. Por eso, a pesar de los intentos de Banfield por retenerlo (ofreció abonar 1.250.000 de dólares por la otra parte de la ficha y le propuso al jugador un contrato por tres años, con 900 mil dólares de remuneración global), el delantero desistió continuar en el equipo que dirige Julio César Falcioni.
Y según lo revelado a Télam por fuentes cercanas a la entidad de Liniers, Silva pidió, a través de su representante Pablo Bentancourt, una suerte de prórroga de "24 horas" para resolver "trámites particulares" y unirse al conjunto que orienta Ricardo Gareca, ya en Necochea, lugar elegido para diseñar la preparación. En caso de que finiquite esos detalles personales, el uruguayo estaría en condiciones de trabajar mañana, por primera vez, junto a sus "viejos-nuevos" compañeros, sobre la arena del balneario situado en la costa Atlántica.
El tema de Ponce es completamente distinto. El zaguero central ya había manifestado su intención de buscar "nuevos horizontes" si no consigue la continuidad futbolística deseada, sobre todo en este 2010, con el Mundial de Sudáfrica muy cerca.
