"Me había quedado sin voz ya en el primer tiempo, y en el segundo tiempo parecía que se me salía el corazón. Y cuando estaba terminando el partido casi me desmayo. Pero de verdad". Esa era la respuesta de Luis Maldonado sobre si en el banco se sufrió más el partido.
Los jugadores ya habían festejado entre ellos en la cancha, con los hinchas, con sus familiares. Ya habían dado las entrevistas y se cambiaban para hacer los trbaajos de elongación. Y Lucas Ordoñez empezaba otra vez a cantar mientras se sacaba las medias. Y como si se sumara a sí mismo al festejo, se levantaba y empezaba a saltar en el medio del vestuario. Resultado, otra vez jugadores y cuerpo técnico saltando y haciendo una ronda para repetir varias veces el estribillo.
Volvieron al trabajo, pero Ordoñez le recordaba a Kenan que su pronóstico había sido el acertado: "Viste Turco, ganamos como te dije, por 5 a 2".
Y siguieron recibiendo saludos, felicitaciones y abrazos, hasta que de a uno fueron a ver el segundo tiempo de España-Portugal.
Entonces, la pregunta obvia. ¿Cuál es el resultado en la final? Y Ordoñez, solamente por un momento se pone serio: "No, eso lo veo en los sueños". Sueños gigantes de un equipo que quiere ser campeón.