El suizo Roger Federer, el mejor tenista de todos los tiempos, llegó anoche por primera vez a la Argentina en una visita que tendrá como actividad principal dos exhibiciones con el tandilense Juan Martín Del Potro en la localidad bonaerense de Tigre.
El número dos del ranking mundial actual arribó al país en un vuelo privado, procedente de San Pablo (Brasil), cerca de las 22, cuando en principio estaba previsto que lo hiciera apenas pasadas las 19. Incluso, la idea era que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, lo recibiera en el aeropuerto internacional de Ezeiza. El tenista se alojó en una mansión del barrio porteño, Recoleta, junto a su esposa, sus hijos mellizos y un círculo de colaboradores de cerca de quince personas.
Federer, de 31 años, realiza una gira por América Latina, que tendrá su posterior escala en Colombia y le reportará un monto final cercano a los 7 millones de euros. En Argentina, el suizo jugará mañana y pasado dos partidos amistosos con Del Potro en un estadio de estructura tubular, con capacidad para 20 mil espectadores, montado especialmente en el Tigre.
Hoy a las 12.30, la leyenda viva del tenis, junto a Del Potro, brindarán una conferencia de prensa en el escenario de las exhibiciones, que tiene sus localidades agotadas para ambas fechas.
El público pagó entre 750 y 3.500 pesos para disfrutar del suizo, que tiene previsto visitar La Bombonera y brindar una clínica de tenis, entre otras actividades. “Me pidió ir a la cancha de Boca sí o sí, porque es algo que pretende conocer por la fama mundial que tiene el estadio; también, me pidió comer un rico asado argentino”, expresó hace algunos días el empresario encargado de traerlo a Federer, el excéntrico Guillermo Marin.
Federer, tenista profesional desde 1998, ganó 76 títulos (17 de Grand Slam), fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos Beijing 2008, ocupó el número uno del ranking durante 301 semanas (237 de manera consecutiva) y embolsó premios por 76 millones de dólares a lo largo de su carrera.