El capitán. Lucas Biglia, quien lució la cinta de capitán del seleccionado argentino, gana una pelota en el medio. Lo observan el “Papu” Gómez y más atrás Dybala. Para el Albiceleste fue un entrenamiento su partido ante el débil Singuapur. Por eso la goleada no extrañó.

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Singapur, DyN
El seleccionado argentino de fútbol goleó ayer al de Singapur 6-0 en un partido sin equivalencias, en el que el entrenador Jorge Sampaoli optó por probar jugadores, estrategias y sociedades de ataque.


Si la búsqueda de Sampaoli con tantos delanteros y volantes ofensivos (sólo dos defensores netos) fue la recuperación rápida de pelota, los jugadores locales apenas si pudieron mantener la posesión por no más de un minuto. Apenas si atinaron a cumplir la disciplina estratégica de mover una línea de cinco y otra de cuatro, logrando achicar espacios y por momentos sus jugadores parecieron conitos rojos en un entrenamiento. Ante ello Sampaoli aprovechó para jugar corto, con Dybala y Lanzini como enlaces, con “Papu” Gómez por izquierda y Di María por derecha y cambiando de andarivel en el segundo tiempo. Y con Correa como un nueve pistón que se retrasaba, buscando sociedad para meterse en el área con paredes o conexiones escalonadas. Biglia, el capitán del día, fue más un pivot de medio como hilván de Lanzini y Dybala que un volante de contención, porque en esa tarea no tuvo trabajo. Pese a la clara búsqueda de Sampaoli de jugar corto y por abajo, paradójicamente el primer gol fue de pelota parada: un córner desde la derecha lanzado por “Papu” Gómez, que llegó al medio del área. Fazio puso el pie y la pelota entró junto a un palo a los 24’. Seis después Dybala llegó al fondo, centró a ras y Correa conectó al primer palo.


En el segundo tiempo se dieron cambios de nombres y de posiciones. Alario por Correa, Paredes por Lanzini, Banega por Biglia, “Nacho” Fernández por “Papu”. Acuña y Salvio en su funciones de laterales de ataque se metieron más para sumarse a la estrategia de gestación, con Nacho y Paredes, Dybala se hizo más profundo, aunque durante todo el partido fue quien dio el pase para recibir la devolución. Luego de un corrimiento de pelota de derecha a izquierda, Gómez sacó un zurdazo que se metió a centímetros del palo derecho del arquero Mahboud. Faltaba Paredes, que prologó con un remate fortísimo que dio en el palo y luego sí casi de misma posición abrió el pie y convirtió al segundo palo. El dominio de Argentina fue tal que a 3’ del final tuvo siete jugadores en las márgenes o en el interior del área.

El primer partido oficial del ciclo Sampaoli será por Eliminatorias frente a Uruguay.

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Faltaba más todavía, un pase perfecto de Di María para el primer gol de Alario y sobre el final, la coronación de la goleada con una pisadita de Di María de espaldas al arco. Sampaoli ejercitó a sus jugadores en Singapur y se verá si sacó provecho para ir en agosto a Uruguay, donde encontrará otra resistencia.
 

Los momentos del partido

Un esquema raro
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Es indudable que el esquema 2-3-5-1 que utilizó el técnico Sampaoli no tendrá una repetición a futuro. Es que sólo lo pudo emplear ayer contra un equipo ultra limitado.

Posesión del balón
 

Justamente el ordenamiento del técnico argentino fue que el equipo logre recuperar la pelota lo antes posible. Y lo hizo, porque Singapur no pudo tenerla nunca más de un minuto. 

Goleada lógica
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Ante esta disparidad de fuerzas, los goles argentinos fueron cayendo como fruta madura. Fue lógico, Singapur se vio superado en todas las líneas y ofreció innumerables ventajas.

La primera vez

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Federico Fazio, Joaquín Correa, Alejandro “Papu” Gómez, Leandro Paredes (foto) y Lucas Alario debutaron en la red rival vistiendo la camiseta de la Selección Argentina.


Ellos fueron los autores de los primeros cinco goles del equipo de Jorge Sampaoli. El restante -el sexto- lo anotó un “viejo” en esto de hacer tantos con la Albiceleste, Ángel Di María, quien con un lujo, tal vez de más, la mandó al fondo del arco del débil Singapur.


Tal vez el que esté más “acostumbrado” a vencer el arco rival sea el delantero de River Plate, Alario, quien es uno de los máximos artilleros en el torneo de AFA.


“Papu” Gómez, a su vez, viene de buena racha en su equipo Atalanta y ha convertido goles fundamentales en la Liga Italiana.


Joaquín Correa, por su parte, es el artillero del Sevilla de España, el equipo que fue dirigido por Sampaoli y que concretó una gran campaña en la liga de ese país.


Por último, el ex Boca Leandro Paredes, que se consolidó en la Roma de Italia, y Federico Fazio del Sevilla, no son jugadores que marquen seguido pero ante la debilidad rival, lo hicieron.