La excursión de San Lorenzo en Chile fue por demás accidentada. Ya en el trayecto del aeropuerto al hotel, el micro del Ciclón había recibido un piedrazo que impactó en la ventanilla del asiento de Leandro Romagnoli, manager del club. Pero el clima hostil continuó hasta el final de la derrota por 1 a 0 ante Deportes Temuco, por la Copa Sudamericana.

¿Por qué terminó clasifícándose San Lorenzo? Por la decisión de la Conmebol de darle por ganado el encuentro de ida (había perdido 2-1 en el Nuevo Gasómetro), debido a la mala inclusión de un jugador. Ese fallo enrareció toda la atmósfera y la delegación azulgrana terminó siendo víctima, más allá de la satisfacción de haber avanzado de etapa en el segundo torneo continental más importante detrás de la Copa Libertadores.

Uno de los más damnificados fue Nicolás Navarro, figura del partido, que recibió un monedazo en el inicio del segundo tiempo en una exhibición más de un ámbito totalmente distorsionado. Las provocaciones continuaron hasta en la conferencia posterior. Uno de los periodistas chilenos le preguntó si no era una "vergüenza" la manera en que el equipo había pasado de ronda y el arquero contestó: "Vergüenza es lo que vivimos desde que llegamos a Chile, de ser argentinos no tenemos ninguna vergüenza. No creo que si hubiera pasado lo mismo, nosotros hubiésemos mandado la hinchada a tirarle piedras y monedas durante todo el partido".