Gabriel Jesús es una de las grandes apariciones del fútbol brasileño en los últimos años. Sin el renombre mundial con el que contaba Neymar, el joven delantero brilló en Palmeiras y su nivel fue tan alto que Manchester City no dudó en adquirirlo en 2016 por una cifra cercana a los 31 millones de euros.

La historia de Gabriel Jesús no es como la de cualquier futbolista. En el Mundial de Brasil 2014, el joven aún no había debutado en primera división y pintaba descalzo las calles de Sao Paulo, ciudad que se preparaba para recibir el certamen más importante del fútbol.

Nacido en el barrio de Jardim Peri, Gabriel Jesús fue protagonista de varios medios por ser uno de los chicos que pintaba los cordones de la favela para decorar las calles antes del Mundial. Hoy su cara se encuentra pintada en las casas de esa población.

El barrio en la actualidad, con una pintura gigante de Gabriel Jesús (Reuters)

¿Por qué Gabriel Jesús pintaba las calles? Tenía un solo motivo: ayudar a su madre, Vera Lucia. Por pintar esas veredas le daban algunos reales y ayudaba a su familia. Vera lo cuidó sola desde chico ya que el padre la abandonó junto a sus tres hijos.

Tras un éxito impresionante en tan poco tiempo, Gabriel Jesús es titular en el Manchester City y en el seleccionado de Brasil. ¿Quién fue la primera persona que llegó a Sochi para verlo en el Mundial? Doña Vera, su madre.