El neerlandés Fabio Jakobsen (Deceuninck Quick Step), corredor que se recuperó milagrosamente de una gravísima caída sufrida en Polonia en 2020, volvió a alzar los brazos en el World Tour con su victoria al sprint en la cuarta etapa de la 76 Vuelta de España disputada ayer entre El Burgo de Osma y Molina de Aragón, parcial de 163,9 kilómetros en la que mantuvo el liderato el estonio Rein Taaramae (Intermarché).

Fue una victoria especial y emotiva para Jakobsen, tras la caída sufrida en la primera etapa de la Vuelta a Polonia 2020 en pugna con su compatriota Dylan Groenewegem, le dejó en coma, con un solo diente y en serio peligro de muerte. Los médicos hablaron de "un milagro".

"Ganar una etapa en esta Vuelta es lo que me faltaba para recuperar confianza. Estoy pleno. Soy feliz.
FABIO JAKOBSEN - Ciclista del Deceuninck Quick-Step

Fue el más rápido en el embalaje, imponiéndose con un tiempo de 3h43m07s, por delante del francés Arnaud Demare (Groupama) y del danés Magnus Cort (EF Education).

Los favoritos pasaron página, aunque con susto final. El estonioTaaramae mantuvo la roja a pesar de que la restregó contra el asfalto a 2 km de meta. Sin consecuencias. Mantuvo 25 segundos de ventaja sobre el francés Elissonde (Trek) y 30 respecto al esloveno y líder real Primoz Roglic (Jumbo Visma). El resto de candidatos juntos en torno a los 25 segundos. Más alejado el ecuatoriano Richard Carapaz, a 1,45 de Roglic.

La etapa marcada para el sprint cumplió el guión a rajatabla, si bien no faltaron los intentos de cambiarlo. La salida desde El Burgo de Osma, en la provincia de Soria, contó con tres voluntarios para animar la jornada. El cántabro Ángel Madrazo y su compañero del Burgos BH Carlos Canal, el más joven de la Vuelta con 20 años, y el valenciano Joan Bou (Euskaltel).

El trío en fuga luchó contra el viento y lo imposible, pero se mantuvo al frente durante 100 kilómetros, siempre controlados por un pelotón donde trabajaba en defensa del líder estonio Rein Taaramae el equipo Intermarché.

Faltando 13 kilómetros para el final, se reagruparon todos y en el embalaje Jakobsen mostró su chapa de llegador explosivo.


Etapa complicada

Hoy se correrá la quinta etapa, Tarancón-Albacete (184,4 kms.), que por su perfil apunta a una nueva ocasión para los sprinters, aunque también se presta a la aparición del viento, lo que podría provocar cortes y el caos en el pelotón. Como ocurrió en 1996, cuando un ataque del equipo de la ONCE hizo perder 10 minutos en meta a Tony Romniger y el ahora director técnico de LaVuelta Fernando Escartín, dos de los grandes favoritos.