
El boxeador británico Anthony Joshua (19-0, 19 KO) retuvo ayer la corona mundial de los pesos pesados al vencer por nocaut técnico en el undécimo round al ucraniano Vladimir Klitschko (64-5, 53 KO), en un intenso combate desarrollado en el mítico estadio de Wembley, en Londres, con 90.000 espectadores. El local retuvo el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y capturó el vacante de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Joshua derribó a Klitschko (41 años) en el quinto round, aunque terminó sentido ese asalto. El ucraniano derribó en el sexto a su rival 14 años menor.
Pero cometió el error de perdonar la definición. Klitschko parecía tener el dominio psicológico de la pelea. Pero el aliento del público que colmó el estadio empujaron al inglés, que con un gancho de derecha a la mandíbula conmovió al ucraniano, que no se recuperó y le pararon la pelea.