No se fue. Josué Moyano ahora comanda las acciones desde abajo. Dejó el ciclismo profesional para ser el entrenador de la selección puntana que está arrasando en San Juan.

No es fácil dejar el deporte profesional de un día para el otro, pero la esperanza de volver a poner al ciclismo puntano en lo alto fue lo que llevó a Josué Moyano a bajarse de la bici para ser ahora el técnico de la selección de ciclismo de San Luis que participa con éxito en los Juegos Binacionales 2019.


El ahora ex ciclista de la Municipalidad de Pocito disfruta del ciclismo desde otro lugar. Reconoce que no fue fácil tomar la decisión y si bien no descarta la chance de volver en un futuro al ciclismo -tiene 30 años- hoy está metido de lleno en su nueva función en la que incluso, dirige a su sobrino Tomás Moyano, que en la pista ya demostró que tiene talento de sobra. "Es muy especial poder dirigirlo a Tomi, tomó al ciclismo de una manera muy profesional y acá se están viendo los frutos" comentó el DT sobre quien es la carta fuerte de la selección puntana y ya cosechó sólo en la pista tres oros: en el scratch, en la carrera por puntos y en la velocidad olímpica, además de una medalla de plata en la persecución por equipos.


Es tanto el potencial de los pibes puntanos que la Secretaría de Deportes de esa provincia les brinda un fuerte respaldo y están a punto de concretar un equipo continental donde seguramente estarán muchos de esos jóvenes que hoy ya dan que hablar. "Son chicos muy serios y profesionales, venimos trabajando desde principio de año, hicimos una preparación muy a conciencia y los frutos se están dando. Siempre intentamos que los chicos disfruten del esfuerzo porque es un deporte muy sacrificado. Queremos poner al ciclismo puntano otra vez en lo alto", comentó el entrenador.

 Promesa. Tomi Moyano, sobrino del entrenador, ya ganó tres oros y una plata. Hoy irá por la CRI en ruta.

Si bien ya venía preparándose hace tiempo en campus hace cuatro años, no fue fácil para el ex San Luis Somos Todos animarse al desafío de ser el entrenador de la Selección. "Poder transmitir los conocimientos fue un punto que tuve que trabajar mucho porque en toda mi carrera deportiva trabajé pensando en mejorar yo, el ciclista profesional es un poco egoísta porque piensa en su comida, en su descanso y en su preparación, nunca piensa en el otro. Transmitir eso fue todo un proceso pero creo que con este grupo se logró fácil porque es un grupo muy bueno, muy humilde y con mucho hambre de gloria", comentó.


Si bien hoy le toca estar afuera, Josué no descarta la posibilidad de subirse otra vez a la bicicleta y salir a la ruta a competir: "Hoy mi cabeza está al cien por ciento con esto, cerré y abri los ojos y subí 10 kilos porque no tengo el gasto calórico que tiene un ciclista. No quise venir a ninguna carrera en San Juan porque sé que me va generar un sentimiento muy fuerte, desde que estoy viviendo acá ya lo genera y estoy tratando de no pensar en eso y disfrutar al máximo lo de estos chicos pero sí, seguro que en algún momento volveré", se ilusionó.