En el puente peatonal que une el Centro Cívico y el Teatro del Bicentenario, desde donde se largará la próxima edición de la Vuelta a San Juan, Maxi Richeze contó el momento especial que vive en su campaña deportiva.

"Es impresionante como La Vuelta a San Juan se ha metido en el pelotón europeo", comenzó contando Maximiliano Richeze que luego de cuatro temporadas en el equipo belga Deceunick Quick-Steep debutará este año en la única carrera argentina ubicada en el calendario UCI (Unión Ciclista Internacional), ahora con la categoría Pro Series, con la camiseta del Team UAE Emirates.

Sobre el interés de la prueba, cuya cuarta edición profesional se realizará del 26 de enero al 2 de febrero, amplió. "Da risa ver como se pelean entre ellos los masajistas y los auxiliares, porque les gusta venir a San Juan. Se sienten muy cómodos con el ritmo de vida y la pasión que despierta el ciclismo".

La temporada que pasó, contó el vigente campeón argentino y panamericano de ruta, "fue especial". Empezó con la victoria en la Doble Difunta Correa, una prueba que interiormente quería sumar a su rosario de triunfos. "Siempre quise ganarla y nunca podía, influía que llegaba con poco entrenamiento, en esta ocasión no me preparé tanto y seguí el consejo de mi señora (Caterina) que no me metiera tanta presión en ganarla que disfrutara de compartir el pelotón con mis hermanos y amigos y si se daba la oportunidad que la aprovechara. Y se dio así, tuve la oportunidad de ganarla y no la desaproveché", explicó quien en la próxima Vuelta debutará en su nuevo equipo, el UAE Emirates.

"Cambian los colores de la camiseta, los entrenadores y los compañeros, pero los objetivos son

muy similares", contó quien volverá a formar dupla con el colombiano Fernando Gaviria, que tantas victorias le dio al Quick-Steep en 2017 y 18.

Seguirá viviendo en Bassano Di Grappa, localidad italiana donde tiene su residencia y comparte con su mujer y su hija Rebecca (5 años) los momentos que le deja libre el ciclismo.

El "Atómico" comentó que el que pasó fue un año muy lindo porque no solo ganó los títulos ya citados, sino que corrió un Tour distinto porque como su equipo tuvo en el francés Julian Alaphilippe un candidato a ganar la general y definió a cada etapa como "una carrera de un día", porque no solo su misión era lanzar al embalador de turno, sino que también debía correr para cerrar huecos y darle una mano a su líder.

"Sinceramente lo disfruté mucho, fue agotador, pero lindo correrlo como lo hicimos", afirmó. Actualmente en San Juan, visitando a su hermano Adrián, Maximiliano viajará mañana a Buenos Aires, donde estará hasta el 7 de diciembre porque el 8 debe estar en Valencia para realizar la primera concentración con su nueva escuadra. "Pasaré Navidad en Buenos Aires, vendré a correr la Difunta y luego me concentraré en San Luis", dijo graficando cómo serán sus días previos a la Vuelta.

"El año pasado te dije que quiero retirarme en la Vuelta y lo haré, no será este año, ni el otro, porque me siento bien, firme y fuerte para seguir compitiendo en el primer nivel mundial" culminó el hombre que lleva en su pecho la bandera argentina por todas las rutas del mundo.

"Me enorgullece que mi país tenga una Vuelta que organizativamente es de las mejores".
MAXIMILIANO RICHEZE - Ciclista profesional

El orgullo de vestir la celeste y blanca

En los Campos Eliseos cuando terminaba el Tour de Francia, Maxi estuvo a punto de ganar la última etapa. Hasta faltando 30 metros era líder, lo superaron tres velocistas de equipos rivales casi en la raya. "Sinceramente disfrute mucho correr con la camiseta de campeón argentino. La gente me reconocía y me hacía llegar su cariño". Richeze pudo vestir los colores celeste y blanco en el Tour y en la Vuelta de España, donde cuando tuvo libertad para atacar la llegada logró el sexto puesto en la 3ra etapa.