La rusa Yelena Isinbayeva, autora de 26 récords mundiales de salto con garrocha, no pudo revalidar su título universal en el Mundial de Berlín y tras hacer tres nulos en una competición pésima sufrió su primera gran derrota desde que fue tercera en París ’03. Isinbayeva, de 27 años, resignó la medalla de oro ante la polaca Anna Rogowska, la misma que la había vencido días atrás en el Gran Premio de Londres.
Desde aquel momento en el estadio de Saint Dennis, Isinbayeva, considerada la Reina del salto, había ganado todas las grandes competiciones, tanto Juegos Olímpicos, Mundiales como Europeos.
Comenzó su gloriosa cosecha de títulos en los Juegos de Atenas’04, el título olímpico lo revalidó en Pekín’08, y enlazó dos Mundiales, los de Helsinki’05 y Osaka’07 y los Europeos de Gotemburgo’06.
Todo apuntaba a que sumaría una nueva corona, puesto que ninguna de sus rivales se le solía acercar y las ganaba con una autoridad incontestable.
Empezó, como acostumbra, en 4,75, marca que saltó Rogowska a la primera, por lo que ella prefirió seguir saltando en 4,80, altura en la que cometió su segundo fallo. Se lo jugaba todo en su tercer intento.
Pero como le ocurrió a su gran referencia, el ‘zar’ ucraniano Sergei Bubka, en Barcelona’92, donde sucumbió también después de hacer tres nulos, Isinbayeva cometió el mismo error y volvió a derribar el listón para retirarse por primera vez en mucho tiempo en perdedora, quizá la gran perdedora de Berlín’09.
"No tengo explicación válida para lo pasó. Todo iba perfecto, estaba tranquila y confiada. Estaba tumbada en la pista y concentrada, imaginaba mi victoria y buenos saltos, no la derrota", comentó.
Así, Rogowska, bronce en los Juegos Olímpicos, logró el inesperado título con los 4,75 a los 28 años, todo un momento de gloria para ella.