5 de junio de 2022. Una fecha que no olvidará jamás. De ahora en más, Leandro Espejo se acordará de ese día como si fuese su fecha de nacimiento. Ese día y en el mítico estadio "Mario Alberto Kempes", el pibe que se crió jugando al fútbol en las calles de la Villa Paula en Chimbas, hizo su debut en la Primera División del fútbol argentino. Vistiendo la camiseta de Talleres con el número 25 en su espalda, el chimbero cumplió el sueño del pibe. Y a las horas de cumplir ese sueño, le contó a DIARIO DE CUYO toda la intimidad de su debut: desde cantar cumbia ante todo el plantel, hasta su acto de fe cumpliendo su promesa a la Difunta Correa.

"De tres cuartos para adelante divertite", fueron las indicaciones del DT Pedro Caixinha

"Fue todo muy rápido. Ya pasaron dos días y todavía no caigo. Me cuesta caer", comenta la "Joya", con la sinceridad que siempre lo caracterizó. Humilde. Sencillo. Perseverante. A sus 20 años, Espejo cumplió el sueño del pibe, ese sueño que añoró desde siempre cuando corría con la pelota en sus pies siempre gambeteando a quien se le interpusiera en el camino. Se formó en Peñarol y su estupenda campaña en el Federal A 2021 le permitió saltar dos categorías para llegar a la Primera con la camiseta de la "T". Ya venía rompiéndola en la Reserva y la semana pasada llegó el llamado del técnico Pedro Caixinha para entrenar con la Primera. Dice que esos primeros entrenamientos fueron duros, con jornadas de doble turno. El DT le vio condiciones y no dudó en ponerlo en el equipo titular en la semana. Pero claro, el pibe no quería generarse falsas expectativas y le puso un freno a su ilusión. Se calmó pero cuando se vio entre los convocados para el encuentro ante Sarmiento de Junín estalló de felicidad. "Me volví loco. Siempre decía ´ojalá me lleve´, pero cuando me mandaron la citación exploté de felicidad, ahí no más llamé a mi familia. Mi representante justo estaba conmigo, asi que nos dijimos un montón de cosas porque a pesar der que tenemos una relación de trabajo, Diego (Soprun) es parte de mi familia", manifestó refiriéndose a quien guía su carrera desde la parte contractual.

Dice que la concentración fue especial. Además de Espejo, otros dos chicos de la Reserva también habían sido convocados. Después de la merienda llegó el momento del ´bautismo´ que no fue el clásico corte de pelo. "Me hicieron que me presentara, les dije de donde venía, cuantos años tenía y en este caso la presentación fue cantar asi que me despaché con lo que mejor me sale: la cumbia", expresó entre risas Leandro quien cantó la "Cumbia de los trapos" de Yerba Brava. Lejos de tener verguenza, Espejo dice que se soltó: "Les dije que me acompañaran y hasta me tiré unos pasitos", manifestó.

El domingo llegó el día del partido. Era "su" día. "Antes de la entrada en calor ya vi el campo y me vi ahí adentro, me puse a pensar muchas cosas", manifiesta el chimbero. Después, su equipo ya ganaba y quedaban pocos minutos para que finalizara el encuentro hasta que llegó el esperado llamado de su DT, y la "Joya" lo revive con detalles: "Cuando me llamó el técnico fue como una película. Esa corrida se me hizo un poco larga pero cuando me saqué el chaleco dije `ya está´. Me distraía mirando a la tribuna porque habían 40 mil personas y nunca me tocó jugar ante tanta gente. Fue impresionante", expresa todavía emocionado. 

Espejo a punto de entrar a cumplir su sueño, el cuarto árbitro José Díaz lo conocía y le deseó éxitos

¿Qué indicaciones le dio su DT? Espejo lo recordó: "Primero me llamó el Cobija Gandolfi (ayudante de campo) y me dio indicaciones, que tenía que ir al palo, sinceramente escuché muy poco y después me llamó Pedro, él me dijo que de tres cuartos para adelante que me divierta y que haga lo mío, y que en la parte defensiva que cumpla no más, creo que me brindó mucha confianza con sus palabras", comenta. Cuando estaba a punto de entrar, parado en la línea de cal esperando que su compañero, Gastón Benavídez se retirara, hasta el cuarto árbitro le dio palabras de aliento: "Mi compañero salió caminando y yo tenía unas ansias tremendas por entrar. El cuarto árbitro era José Díaz, nos había dirigido en Peñarol, me preguntó si era mi debut cuando le dije que sí, me deseó éxitos", recuerda. 

Fueron cerca de 10 minutos los que estuvo en cancha pero dejó una buena imagen en el mundillo de Talleres. "En las pocas intervenciones que tuve creo que lo hice bien", dice sincero sobre el momento que quedará guardado para el resto de su vida. "Se me pasó por la cabeza mi familia, mi novia, mis afectos que estuvieron siempre. Tuve situaciones malas tanto en la vida personal como en el fútbol pero después se iban acomodando las cosas y creo que si estoy acá es también por el aporte de una persona muy importante que me ayudó a estabilizarme mentalmente", expresó haciendo referencia a su psicóloga Valeria Treo. Es que en el fútbol las emociones juegan un papel extra y el pibe reconoce que gran parte de su presente se lo debe a la asistencia de Valeria, que es el "cable a tierra" de Espejo desde su debut en Peñarol. "Uno siempre necesita hablar con alguien, este año era todo nuevo, era mi primera experiencia fuera de San Juan, lejos de mi familia y necesitaba esa ayuda para equilibrarme", expresó. 

 SU ACTO DE FE PARA LA "DIFUNTA" 

Leandro Espejo tendrá la camiseta N°25 como la más especial. Pero claro, el pibe es puro agradecimiento y no quiere olvidarse de nadie. Las dos camisetas del domingo tienen como destino Chimbas y Vallecito. Una para su familia y la otra llegó este miércoles a la Difunta Correa. "La Difuntita siempre está conmigo y por eso decidí mandarle esa camiseta que será especial siempre para mí. Yo le pido siempre y siempre me ayuda", expresó. La mandó con su representante y sus amigos de la infancia que estuvieron en Córdoba acompañandolo. La "Joya" sostiene que cuando regrese a San Juan pasará como siempre, por el paraje de Deolinda.

Este miércoles llegó desde Córdoba la camiseta de Leandro Espejo a la Difunta Correa

 SU ALMUERZO, EL MÁS ESPECIAL 

El partido que terminó con la victoria 2 a 0 de Talleres ante Sarmiento de Junín y el delirio de los 40 mil hinchas presentes en el Kempes terminó cerca de las 15 horas. El pibe se duchó, dio decenas de entrevistas expresando su enorme felicidad y después sí, partió almorzar junto a sus amigos sanjuaninos y su representante. "Ese lugar de ahora en más será muy especial para mí", bromea. Es que por el horario -eran cerca de las 17 horas- tuvieron que ir a un Mc Donalds, ahí en el centro cordobés. "Pedí el combo más grande porque me moría de hambre", dice entre risas. "¿Quién pagó las hamburguesas? Cada uno se pagó la suya, todavía no me alcanza para poder pagarle a todos, ojalá algún día eso se pueda", expresó. 

 

¿Qué sigue de ahora en más? El chimbero vuelve a poner los pies en la tierra. Sabe que deberá seguir trabajando como lo viene haciendo para poder seguir ganándose la confianza de Pedro Caixinha. "Mi objetivo es seguir entrenando igual, es mi sueño seguir jugando en Primera, seguir sumando experiencia y ojalá me toque estar siempre. Se muy bien que todo esto es fruto del esfuerzo y yo vengo luchando por eso día a día, siempre exigiendome un poco más. Ojalá pueda seguir jugando siempre con el plantel de Primera", cerró la "Joya", el pibe de la Villa Paula que ya cumplió su sueño pero ahora quiere ir por más.