Estreno. Mariana dijo que vivió la previa del debut en el Superbike Bonaerense con muchos nervios, pero que después disfrutó la carrera. Su moto lleva el logo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.


En su moto usó el número 60, por su edad. El color violeta no fue al azar, pues identifica al femeninismo. Y en el carenado no hay publicidades, sino el logo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans. Mariana Casas hace unos años ganó los medios pues fue la primera abogada en el país en reconocer que era trans. Y por estas horas su nombre volvió a sonar fuerte porque se convirtió en la primera piloto transgénero de Argentina en competir en una carrera oficial de motociclismo, específicamente en el Superbike Bonaerense. Fanática del Mundial de Superbike y del MotoGP, Mariana habló con DIARIO DE CUYO y confesó que tiene otro sueño: acelerar en el Circuito San Juan Villicum.

Casas debutó en el Superbike Bonaerense en la flamante división Moto3 Femenil, el fin de semana pasado en el autódromo de la ciudad de Roque Pérez. Y marcó un hito. "Soy una apasionada por las motos, pero nunca antes había entrado a un autódromo. Sólo había dados giros libres en kartódromos. Dicen que soy la primera piloto trans del mundo y de Argentina, pero sinceramente no lo sé. Sí es verdad que no encontré a ninguna y menos que haya reivindicado su identidad de género, como parte del activismo", dijo Mariana.

Su debut en el motociclismo pudo concretarlo por "Gachi" Astone y Lucio Grappassono, los organizadores de la Moto3 Femenil, quienes la invitaron y gestionaron una unidad. La otra parte la hicieron sus mecánicos, a quienes no deja de agradecer. "Es un trabajo de equipo poner una moto en pista. A veces se pierde de vista el sentido de lo colaborativo y sólo se ve al piloto", dijo.

Protagonistas. Mariana (tercera desde la izquierda), junto a las corredoras de la primera prueba del Moto3 Femenil.

Casas sigue los Mundiales de MotoGP y de Superbike, de hecho vio la carrera del año pasado en Albardón y también lo hará el mes que viene en la nueva presentación del SBK. "Conozco El Villicum por las noticias y las carreras, porque soy seguidora del SBK y vi la carrera de la inauguración. ¿Correr en El Villicum? Sí, por supuesto que me gustaría correr en un circuito de su excelencia. Sería un sueño girar ahí", confesó desde su Adrogué natal.

Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires y se graduó en 2001. En 2002 abrió su propia y primera causa, que la República Argentina reconociera su identidad sexual y lo consiguió 18 meses después. Desde entonces es reconocido su activismo por los derechos de las mujeres, de las minorías sexuales y las categorías denominadas LGBT. Su nombre también ganó las noticias hace unos años, pues fue integrante del equipo jurídico de la FALGBT que trabajó en el amparo que reconoció el nombre registral de Florencia de la V, un hecho mediático por entonces.

"Mi futuro respecto del Superbike es incierto. Si bien no es muy caro, no tengo tengo tantos recursos. Con mi sueldo de empleada pública no podría solventar los costos que implican cada carrera, traslados, alojamiento. Además, en circuitos lejanos se me haría más complicado porque debería viajar los viernes y no puedo faltar a mi trabajo; así que voy a ir paso a paso. Por ahora quiero seguir disfrutando que pude correr y divertirme", apuntó la pionera.

  • Su mirada

Mariana trabaja en el Inadi y por ende dijo que conoce a la delegada local, Silvia Martín, y las causas sobre discriminación, pues pasan por sus manos. Pero nunca vino a San Juan. "Cuyo es una región bastante conservadora, pero de a poco se va comprendiendo lo difícil que es ser una persona trans. Yo soy una privilegiada, porque según estadísticas las personas trans tenemos una expectativa de vida de entre 35 y 40 años, en razón de las condiciones de segregación, discriminación, marginalidad. Somos un colectivo altamente vulnerado", expresó.

  • La carrera, el podio y un apodo

Mariana Casas corrió en una Honda Twister de 250cc y logró subirse al podio en el estreno de la categoría Moto3 Femenil. Quedó segunda, detrás de Nahir Caviglia, y por delante de Dana Bucemo, quien completó el podio. Su moto, además del logo de la FALGBT, donde también trabaja, lució la palabra "Transtornada" (foto). Y es justamente un apodo que Mariana se puso así misma. Según dijo, durante los entrenamientos un amigo le dijo en broma que era "trastornada" después de una caída. Y entonces ella apeló al juego de palabras y así nació "Transtornada", que colocó en la parte baja del carenado.