Con la 10. Con la camiseta argentina que le regaló Chiqui Tapia, Remco Evenepoel festejó a lo grande en el podio definitivo de la Vuelta a San Juan. Giros cronometrados. De las nueve vueltas, en el octavo detuvieron los cronómetros. El último giro fue el del paseo triunfal. De lujo. Reposeras, gazebo, palmas sobre los carteles y mucha pasión. La Vuelta tiene una cuestión inexplicable con los espectadores. Al roce. Los simpatizantes prácticamente parecen tocar a los ciclistas en plena carrera. ¿Calor? No importó el calor, las ganas de ver un gran espectáculo y tomar mate fue un gustazo. Recuerdo. Los corredores firmaron autógrafos por doquier antes y después de la etapa.