Liverpool de Inglaterra, con algunas bajas de sus habituales titulares, luchó y sufrió para derrotar 2-1 a Monterrey de México, dirigido por el argentino Antonio Mohamed, en su camino a la final del Mundial de Clubes que se desarrolla en Qatar. El guineo Naby Keita y el brasileño Roberto Firmino, en el primer minuto de descuento, marcaron los goles para el campeón de Europa, mientras que el ex River Rogelio Funes Mori, quien llegó a los 100 goles para los "Rayados", señaló el empate transitorio. Con este resultado, Liverpool enfrentará el sábado a Flamengo de Brasil en la final del Mundial de Clubes que eliminó a Al-Hilal de Arabia Saudita.

Liverpool, sin van Dijk ni Wijnaldum por lesión, no jugó en modo Premier League, uno de sus grandes objetivos de la temporada porque nunca la ganó desde su creación en 1992.

De ataque limitado y sin voracidad ofensiva, los "Reds" otorgaron chances para Monterrey que entre sus filas tuvo más argentinos como el arquero Marcelo Barovero, los defensores Nicolás Sánchez y Leonel Vangioni, más el ingreso del volante Maximiliano Meza.

Liverpool irá por su primera alegría en el Mundial de Clubes (perdió con San Pablo en 2005) y reeditará el duelo ante Flamengo cuando cayó 3 a 0 en Tokio por la definición de la Copa Intercontinental 1981, trofeo que tampoco pudo obtener en 1984 con la derrota frente a Independiente, en Japón, por 1 a 0.
 

Liverpool enfrentará el sábado a Flamengo de Brasil para definir al campeón.


Cruce caliente entre Klopp y Mohamed

Antonio Mohamed vivió de una forma muy intensa el encuentro aunque finalmente, el equipo de Jurgen Klopp terminó clasificandose a la final de Mundial de Clubes. Cuando iban 30 minutos del ST el árbitro sancionó una infracción a favor de los Rayados y Mohamed le pidió una amonestación al árbitro. Al ver este exhaustivo reclamo, Klopp comenzó a burlarse con algunos gestos en su rostro. Al técnico argentino no le gustó nada la respuesta y fue hacia donde estaba el alemán para recriminarle su accionar y el chileno Roberto Tobar decidió amonestar a ambos entrenadores.