Cuando se habla de Atenas, el apellido Bronvale surge solo. Es sinónimo de esos colores desde aquellas décadas del 90 hasta este presente, pasando por toda la dinastía de un apellido que nació, se crió y vive por esos colores. Hoy, el capitán y símbolo de esta comunión que tanto conmueve es Wilfredo Bronvale, hoy jugador todo terreno de un equipo que se acostumbró a ganar. El Willy es capitán del bicampeonato y sabe que hizo historia. Que esta conquista no será una más. Que ya está grabada a fuego en la vida de Atenas y tal vez por eso, lo sintió tanto. Hasta llorar en los festejos para después analizar con todas las emociones a flor de piel, lo que significa para todos retener esta corona y sentirse los mejores de San Juan: "Es un premio al enorme sacrificio que se hace desde un club con mucha humildad pero con las enormes ambiciones de ser siempre mejores. Por eso emociona. Porque trabajamos en silencio todos los días y el grupo sabe que el sacrificio es enorme. Todos trabajamos, todos le damos lugar al fútbol por amor a esta camiseta. Por eso se disfruta tanto y más uno que se crió con estos colores. Atenas es mi casa y ser campeón con el club de mis amores es algo que no tiene precio. Pero debe servir para crecer para hacer más grande a este club que tanto queremos. Ese es el desafío".