El hombre preocupado por explotar a pleno la potencia del motor de su VW Gacel tuvo que buscar quien le adapte unas cubiertas porque por la restricción a las importaciones no puede adquirir las gomas con tacos que necesita para que su máquina traccione lo necesario y no ande por el aire, como ocurrió el sábado, cuando en varios sectores debió apelar a su capacidad conductiva para llevar al auto por la huella.

Mario Canizo, que el sábado había quedado segundo en la clasificación general, a 15 segundos de Daniel Andino, le sacó el jugo ayer a las prestaciones de su auto y aprovechando que su rival sufrió un par de pinchaduras, logró quedarse con la victoria en su categoría, la D Plus y también en la general de la carrera que marcó la mitad del campeonato anual que organiza la ASAT (Asociación Sanjuanina de Autos de Travesía).

Una multitud se dio cita ayer a la calle Eusebio Zapata (ex Caico) por donde los más de cien vehículos participantes de la carrera debieron cruzar en tres ocasiones. Toda la gente disfrutó de un gran espectáculo mirando como los pilotos sorteaban los obstáculos del recorrido.

Así como fue buena la tarea de Canizo, también es para destacar la tarea conductiva de Mariano Imparado quien con un Jeep Cherokee, no sólo ganó su categoría (4×4), sino que también se ubicó segundo en la general a 1m16s, de Canizo.

En el tercer puesto se ubicó el mendocino, Raúl Savina, quien ganó la categoría Fuerza libre, siendo el único piloto venido de la vecina provincia que pudo festejar una victoria.

Entre los hechos destacables, deben contarse también, la primera victoria del joven caucetero Leandro Saleme en la categoría C y el emotivo momento vivido por la familia del piloto Mario Limerutti, quien junto a sus hermanos recibió un reconocimiento en homenaje a la memoria de su padre, también Mario, ocurrida hace tres años y quien les transmitió su pasión por los fierros.