Intento. Damián Lemos, uno de los mejores en la opaca producción de San Martín, intenta sacar el peligro protegiendo a Avellaneda. Belgrano no perdonó el flojo momento sanjuanino.

Una historia repetida. Otra vez San Martín dejó sabor a nada en este errático camino en la Primera Nacional. Con otro modelo, con más precauciones en el primer tiempo y con una reacción tardía en el complemento, el Verdinegro volvió a quedarse con las manos vacías. Esta vez, Belgrano en Córdoba y con goles de Vegetti y Miño, lo venció por 2-0 para sentenciar el ciclo del entrenador, Luis Villalba, quien luego de la derrota renunció a su cargo luego de apenas ocho meses de mandato.

Un esquema ultraconservador para no perder: cinco defensores, dos contenciones, dos creativos y solo un punta. Así encaró San Martín su visita a Belgrano en Córdoba. Lo mantuvo a morir en toda la primera parte, en la que no pasó demasiados sobresaltos pero tampoco pudo jugar algo. Fue apostar al orden en defensa, a dejarle el gasto al Celeste y a esperar alguna salida rápida que recién se dio a los 43" cuando Puchetta definió desviado. Antes y después, todo fue de Belgrano que creo un par de llegadas de peligro a través de Vegetti y su potencia en ataque, aunque sin la claridad como para ser el ganador de estos pobrísimos 45 minutos iniciales.

En el complemento, la apuesta de San Martín quiso cambiar pero ese ímpetu inicial se frenó con la expulsión a los 11" de Augusto Aguirre. Se condicionó solo el Verdinegro y Belgrano creció desde lo anímico a partir de esa ventaja numérica. Llegó entonces el momento del gol cordobés con un centro de Oliver para Vegetti, que el capitán cabeceó al gol sin que Avellaneda pudiera taparlo. Villalba decidió cambiar todo. Adentro Ruiz, Franco Aguirre y Giménez. A jugarsela toda pero parecía demasiado tarde. Luego, con Di Lena lesionado, San Martín ya fue todo coraje con Penco adentro también aunque la historia ya parecía escrita. Y así fue porque a los 38" Miño terminó de liquidar otra errática producción como equipo. Con un libreto conservador, con mas dudas que certezas, San Martín quedó en deuda consigo mismo.

EL FINAL DE VILLALBA

  • Un ciclo que resultó muy corto

 

Despedida. San Martín volvió a sufrir y esta vez, en Córdoba, Belgrano le asestó un golpe que se llevó el ciclo de Villalba en el Pueblo Viejo.

Ocho meses y once días. Eso duró el ciclo de Facundo Luis Villalba al frente del Atlético San Martín, tras la decisión del propio entrenador de alejarse de la institución de Concepción. Renuncia que confirmó anoche el propio presidente, Jorge Miadosqui. Un final anunciado. Llegó el 29 de junio del 2021 para tratar de rearmar el proceso que se había llevado puesto a Paulo Ferrari pero pese a esa reacción inicial, el Verdinegro nunca pudo encontrar regularidad y terminó lejos de todo. Después de 34 partidos, y dentro de la Zona B, San Martín culminó en la posición 13 de 18 equipos que conformaban ese grupo. No pudo meterse ni en la Copa Argentina, ni menos en posiciones de Reducido. Una opaca campaña que terminó con una derrota como local ante Independiente Rivadavia de Mendoza. Villalba había heredado ese plantel y pudo traer algunos refuerzos.

Asumió en junio del 2021 contra Gimnasia de Jujuy y fue empate 2-2 en el descuento.

Pero en este receso de la temporada 2022, el Luigi tuvo en sus manos la chance de armar todo. Trajo 17 refuerzos, muchos de su cosecha como entrenador de la Reserva de River Plate como Jeremias Rodríguez Puch o Augusto Aguirre. Empezó ilusionando en Mendoza, ganandole a Gimnasia y Esgrima. Luego, empezó la caída con la primera derrota en San Juan y ante All Boys. Viajó después a Santiago del Estero y rescató un punto con el primer gol de Sebastián Penco en su regreso a San Martín. Y el principio del final estuvo marcado por la caída ante Deportivo Riestra y el cortocicuito con la dirigencia en ese post partido. Quedaba el desafío de cambiar todo en Córdoba y ante Belgrano nada menos. Villalba hizo la suya, se jugó con 5 cambios y sin tener sanjuaninos en la formación inicial, no sin antes adelantarle a su propio plantel que su ciclo se terminaba después de 251 días al frente del Verdinegro. Ahora, comenzará la búsqueda pensando ya en el viernes cuando reciba a Villa Dálmine.