Imbatible. Rafael Nadal no pudo contener la emoción al ser premiado en Roland Garros. En polvo de ladrillo es el amo.

Se queda sin adjetivos el español Rafael Nadal. Ayer triunfó de nuevo en Roland Garros y ganó por undécima vez de su carrera el torneo, al batir en la final ayer al austríaco Dominic Thiem por 6-4, 6-3 y 6-2. El español, quien mantiene así el número uno del mundo en el próximo ranking, levantó su 17mo Grand Slam y se acerca a los veinte del suizo Roger Federer, récord histórico.

Nadal, de 32 años, igualó además el récord de la australiana Margaret Court, quien también se alzó con once grandes en un mismo Grande (Abierto de Australia entre 1960 y 1973). En el impresionante palmarés del mallorquín, figuran desde ayer 11 Copas de los Mosqueteros: las de 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017 y 2018.

Nadal, el rey de la arcilla dominó de cabo a rabo el partido, ante Thiem, el aspirante a romperle la hegemonía, al que jugó tácticamente con inteligencia, con bolas altas al fondo de la pista. El tenista español más laureado de la historia terminó el partido con problemas en un dedo al sufrir calambres en el dedo corazón de la mano izquierda.

"Ha sido increíble, he jugado un partido muy bueno. Dominic ha jugado un buen tenis. Es un amigo y es uno de los jugadores que el torneo necesita", dijo Nadal.

"Estaba muy preocupado en el tercer set cuando me dio un calambre. Es imposible pensar en algo así", agregó el español, quien alabó el tenis "agresivo" y el golpe de derecha de su rival.

Para levantar el trofeo, Nadal venció a Simone Bolelli, Guido Pella, Richard Gasquet (32), Maximiliam Marterer en octavos. Diego Schwartzman (cuartos) y Juan Martín del Potro (semifinales). El Peque fue el único que pudo sacarle un set a Rafa.


"Por el calambre no me hubiera ido. Hubiese jugado hasta con el brazo derecho".
RAFAEL NADAL - Tenista