Dicen que las comparaciones son odiosas. Que el gran privilegio de los argentinos es tenerlos, disfrutarlos y valorarlos. Lionel Andrés Messi y Diego Armando Maradona encarnan la más profunda síntesis de lo que el fútbol es para Argentina y para los argentinos. Parecidos y distintos a la vez. Unidos y separados por detalles mínimos, por grandes gestas y por esa inconmensurable dimensión que los hace los reyes del fútbol. Cada uno en su época. Cada uno en su momento, con similitudes que los ponen en un mismo plano y con diferencias que los separan casi diametralmente. En el fútbol, muy iguales. En la vida, muy distintos...


Hoy, parece ser el momento para que Messi logre lo que Diego no pudo: ser campeón de América. Maradona no pudo conseguirlo con la Selección y Lio jugará su cuarta final tras los fracasos de 2007, 2015 y 2016. Ahí, el 10 del Barcelona podría marcar una diferencia grande con el Diego si es que mañana en el Maracaná vence a un Brasil que no mete miedo pero que de local, quiere su fiesta. Y claro, ahí empezará el juego de las diferencias entre la Pulga y el Pelusa. Hoy, Messi a los 34 años, muestra esa rebelde madurez que Maradona exhibió en el Mundial de México 86, cuando el Pelusa condujo con 25 años a la Argentina a la máxima conquista mundial, algo que Lio no pudo pese a jugar la final del Mundial 2014, justamente con la definición por la gloria en el Maracaná ante Alemania.


Pero más allá de títulos, récords y conquistas, hoy el punto de unión entre aquel Diego ganador y este Messi que entusiasma pasa por lo anímico, por la forma en la que Lio se ha hecho capitán de verdad de Argentina. Con esa madurez que lo lleva desde cantar el Himno, hasta encarar rivales, gritar en los penales pero además, mostrando el camino desde la cancha, encarando, asistiendo y convirtiendo. Muy parecido a aquel Diego que en el "86 insultaba ingleses en el himno pero que después los humillaba más aún con el mejor gol de la historia. Hoy, sí los dos Diez son más parecidos que nunca.

Messi ya no es el Lio que se caía, que se iba del partido, que hasta vomitaba. Hoy, es Messi, el gran capitán. Ese que habla desde la cancha pero también en la cancha. La madurez, tal vez por otra forma de ser y de haberse criado, le llegó en la frontera de los 35. A Maradona, la vida lo castigó tanto que debió madurar antes, que a los 26 ya era otro que sabía que nadie regala nada y que no se perdona nada. Los dos tuvieron sus ciclos anímicos y sicológicos. Diego maduró como capitán con todas las letras mucho antes que su edad cronológica lo mandara. A Lio, con otro perfil, esa madurez como líder en todo, le demoró algún tiempo más. Pero las imágenes que los dos entregan y entregaron se confunden. El Maradona del 86 tiene mucho del Messi del 2021. Este Messi 2021 tiene demasiado de aquel Maradona del 86. Los dos no pudieron ser campeones de América (Maradona jugó tres Copa América) con Argentina pero en este juego de las diferencias, Lio está en las puertas de la gloria en un momento de plena madurez. Tal vez la que necesita para romper ese maleficio con la celeste y blanca, la misma que Diego amó tanto. Hoy este Messi tiene mucho de Diego. Tal vez ahí, esté la gran diferencia.

ACTIVIDAD DEL PLANTEL

Las incógnitas de Scaloni

A definir. Lionel Scaloni armará hoy la última práctica antes de la gran final con Brasil y ahí el equipo tomará forma


Argentina se entrenó en el predio de Fluminense de cara a la final de la Copa América. El director técnico, Lionel Scaloni, no paró un equipo y la idea es empezar a definir el once que irá por el tan ansiado título hoy, aunque todo hace indicar que habrá que esperar hasta antes de la definición para terminar de conocer la formación del representativo nacional.


La lesión en la rodilla derecha de Cristian Romero lo deja prácticamente sin chances de llegar a la final, porque además de no estar recuperado lleva dos semanas de inactividad. De todas formas, Scaloni lo esperará: la alternativa es mantener a la dupla formada por Germán Pezzella y Nicolás Otamendi.


En el lateral derecho continuaría Nahuel Molina. El director técnico deberá elegir además entre Nicolás Tagliafico y Marcos Acuña (alternaron durante la competencia) para el sector izquierdo. En el mediocampo, Guido Rodríguez escaló algunas posiciones en la consideración del entrenador y podría estar desde el arranque por su faceta defensiva. El interrogante estaría entonces entre Leandro Paredes y Giovani Lo Celso, ya que Rodrigo De Paul continuaría en la alineación inicial. Arriba, Nicolás González y Ángel Di María disputan un lugar.


En tanto, finalmente la organización descartó la chance que la final se jugara con público como se especuló en los últimos días.