La imagen de Lionel Messi observando el césped no es nueva. Con la camiseta de la Selección argentina y con la de Barcelona en el último tiempo, es más bien "conocida". Lo que nunca le había pasado al capitán rosarino es perder en su inmensa carrera profesional un partido recibiendo ocho goles. Fue esa cantidad, aunque pudo ser más por parte del Bayern Munich que ayer le dio una paliza inédita en la historia del club catalán con el 8-2 para dejarlo afuera de la Champions League en cuartos de final. La Pulga, a sus 33 años, tiene su futuro en Barcelona dentro de una inmensa incógnita. Empezando porque aún no renovó el vínculo que termina a mediados del 2021. Con un extra nada menor: en el cierre del próximo año habrá renovación de autoridades en el club donde el 10 es su máximo ídolo y con el que ganó cuatro de sus cinco Champions. Esos eran otros "viejos buenos tiempos" de la institución culé, hoy sumergida en una crisis sin precedentes en las últimas dos décadas.

En un partido sin equivalencias en Lisboa, donde se juega la recta final de esta Champions recortada por el coronavirus, Messi pareció muy terrenal. Como le pasó ya varias ocasiones con la selección, estuvo apagado en el momento que su equipo más lo necesitó. Así, fue deglutido por la asfixiante marca alemana: una auténtica máquina este Bayern con un invicto que suma 28 encuentros. Fue el último eslabón de una temporada pésima para el argentino y sus compañeros. Una campaña que debería marcar el final de varios ciclos de jugadores que le dieron mucho al club. Por segunda vez en las casi 16 temporadas que suma el rosarino en Barcelona no festejará un título. Sólo le había ocurrido en la 2007/08, lo que marcó el final del ciclo del técnico holandés Frank Rijkaard. Luego de él, vendría la mejor parte de la historia con el arribo de un tal Pep Guardiola.

Esta campaña, el Barca finalizó segundo la Liga tras haber desperdiciado una ventaja de cuatro puntos con el eterno rival, Real Madrid (a la postre el campeón), cuando se frenó la actividad por la pandemia. En la Copa del Rey la historia se terminó en cuartos de final y en la Supercopa española ni siquiera disputó la final ya que perdió con el Atlético Madrid del Cholo Simeone en el mano a mano por semis. La Champions liquidó ayer un año repleto de problemas y que tuvieron muchas veces a Lionel en el medio de la escena.

Su relación cada vez más distante con el presidente Josep Maria Bartomeu generó cruces de todo tipo, desde aquellos en plena pandemia por la rebaja del salario de los jugadores del club hasta quedar en el medio de la polémica salida de Ernesto Valverde. Fue por entonces cuando, dicen, el rosarino le dijo a su padre "frená todo". Se refería a la renovación del contrato que había tenido sus primeras charlas. Lionel quería ver cómo se completaba la temporada y qué camino tomaría el club. Ya tiene la respuesta a lo primero, aunque a lo segundo no por ahora, y tampoco se presume en un corto plazo pese a que Bartomeu sostuvo ayer que "se vienen medidas drásticas". La salida cantada del entrenador Setien no cambiará el panorama global del club.

Messi se fue en silencio del Estadio Da Luz. No "habló" en la cancha con sus prodigiosos pies ni lo hizo ante la prensa. Acaso, con el paso de los horas digiera un palazo que no vivió nunca antes...

Títulos

34 Los títulos que suma Messi en Barcelona, algo no conseguido por nadie. Además es su máximo goleador histórico.

Quique enfila para la puerta


No lo echaron ayer vaya uno a saber bien por qué motivo, pero la continuidad de Quique Setien (foto) al frente del Barcelona tiene las horas contadas. Bartomeu ya lo tenía decidido desde antes del palazo del 2-8 y sólo falta que lo comunique. Tras la derrota histórica, el DT asumió que "la verdad es que es una derrota tremendamente dolorosa. No quiero hablar de mi continuidad ni nada de eso, pero está claro que con un resultado adverso de este tipo la confianza en el técnico disminuye". Con apenas más de medio año dirigiendo al plantel, su final está cantado.