La Unión Vecinal de Trinidad cimentó su goleada sobre Social San Juan (4-0) basándose en una premisa: Ser ordenado, obediente y no fallar en los momentos cumbre. Entonces a nadie le extrañó que anoche ganara, otra vez de visitante, de principio a fin un partido en el que había en juego un gusto de muchos pero un premio de pocos: Jugar la próxima Liga Nacional A1.
La Reválida nos volvió a demostrar que es mentira aquello que el "local tiene las de ganar". Porque el equipo trinitense se armó bien en defensa y le jugó de igual a igual al local en el momento del dominio del juego. Y, mientras Social se debatía por encontrarle el rumbo a su juego, el visitante asestó los golpes de nocaut. Los primeros -uno en cada tiempo- del siempre efectivo Ratita Fábrega y los otros dos -ambos en el complemento- de Bamondi y Maggio. Pero todos tuvieron un ideador en común: Mariano Ortiz, el mejor jugador de la cancha. En él y en el seguro arquero Martín Alvarez, la UVT aseguró su presencia en la Liga.