EL FINAL, de la Vuelta se dio en un embalaje masivo que definieron los equipos World Tour. El italiano Giacomo Nizzolo (Trek Segafredo) se impuso a Maximiliano Richeze que sobre la marcha debió cambiar su función de lanzador a embalador porque en el desorden de los últimos kilómetros, su compañero del Quick-Steep Floors, Álvaro Hodeg, había perdido su rueda.
 

Una multitud acudió ayer a la Avenida de Circunvalación para acompañar a Gonzalo Najar y al equipo del SEP-San Juan que logró algo que para muchos era una utopía: ganar la Vuelta venciendo, entre otras, a diez escuadras que a fines de junio estarán corriendo el Giro de Italia.


Aproximadamente 150.000 personas se distribuyeron en el anillo de la autopista que, de unos años a esta parte, se ha convertido en el circuito del ciclismo en ruta más importante del país. El mismo que dentro de tres meses será sede del Campeonato Panamericano de Ruta para selecciones.


Los aficionados alentaron el paso de todos los ciclistas, porque la cultura sanjuanina reconoce, respeta y admira la valentía de los pedalistas que ponen la cara el viento y les regalan espectáculo. Pero esos vítores y aplausos mutaron en ovación cuando divisaban la casaca blanca con cuadros celestes que vestía Najar. Tras lo acontecido en el Alto del Colorado, para todos, o casi, la carrera estaba sentenciada. Tibios fueron los intentos para desbancar al jujeño en el penúltimo esfuerzo, corrido el sábado. Aparte, cada acción ofensiva de los rivales directos era anticipada y anulada por los "Bichos verdes", que se habían adueñado del hueso en la etapa reina y para quitárselo debían ser mucho más guapos y fuertes que ellos.


Algo similar ocurrió ayer y rápidamente los rivales se dieron cuenta que sus esfuerzos serían estériles. Tras los dos primeros, de los nueve, giros se produjo una primera fuga de seis hombres, de los cuales el mejor ubicado en la general era el colombiano Omar Mendoza (Inder Medellín), séptimo a 2m11s de Najar. Ese grupo abrió un hueco de 1m37s y anduvo puntero hasta el sexto giro, cuando el pelotón lo neutralizó antes de la última meta sprinter.


Faltando un par de giros otros tres ciclistas salieron por la heroica. El español Álvaro Cuadros (Caja Rural), el italiano Simone Velazco (Willier Triestina) y el brasileño Rodrigo Do Nascimento. De ellos, el mejor ubicado en la general era Cuadros, 83ro a 28m53s del malla líder; por lo que la gente del SEP no se despeinó en perseguirlos.


Al entrar en la último giro, la gente del Lotto Soudal tomó la cabeza del pelotón, ayudados por los del Trek y los gregarios de Najar fagocitaron a los escapados y faltando tres kilómetros comenzaron a armarse los trenes para un embalaje masivo. En esa distancia nada, ni nadie, le quitaba a Najar la corona de rey de la Vuelta, por lo que la definición se circunscribió a los equipos World Tour. Maximiliano Richeze lanzó a Álvaro Hodeg, pero cuando vio que el joven colombiano perdió su rueda se lanzó a buscar a Giacomo Nizzolo (Trek Segafredo), quien ya había sacado una ventaja indescontable y se quedó con la etapa.