El brasileño Gil de Ferran, ganador de las 500 millas de Indianápolis en 2023 y dos veces campeón del Championship Auto Racing Teams (CART) en Estados Unidos, falleció ayer por una descompensación cardíaca que sufrió durante una competencia en el circuito The Concours Club de Opa-Llocka, en el estado de Florida.

El piloto, de 56 años, nacido en París pero nacionalizado brasileño, detuvo su automóvil por un molestar en el pecho, fue trasladado de forma inmediata a un hospital pero la atención recibida no bastó para salvarle la vida, informaron ayer los medios estadounidenses.

"Estamos terriblemente tristes al enterarnos del trágico fallecimiento de Gil de Ferran", publicó su equipo en la Indycar, Penske.

La leyenda brasileña comenzó su carrera en la Fórmula 3 Británica; se desarrolló en Estados Unidos con dos títulos en CART (2000 y 2001) y un total de 12 victorias entre la IndyCar Series, de la que fue subcampeón en 2003.

También corrió en la American Le Mans Series, en la que ganó cinco de las diez carreras disputadas en 2009 con su equipo de Ferran Motorsports Acura ARX-01b .

Además, en 2000, había logrado establecer el récord de velocidad en una pista cuando en el óvalo de California marcó en la clasificación 241,428 millas (388,54 kilómetros por hora), para transitar en la vuelta y ser el piloto más veloz del mundo en la historia.

Por su parte, trabajó como director deportivo de para el equipo BAR-Honda de Fórmula 1 de 2005 a 2007 y luego ocupar el mismo cargo en McLaren (2018-2021), donde fue jefe del bicampeón mundial de F1, el español Fernando Alonso.

McLaren lamentó su pérdida: "Gil era un querido miembro de nuestra familia, una parte importante e integral de nuestro equipo de carreras. Era una fuerza formidable dentro y fuera de la pista y tuvo un impacto duradero en todos los que trabajaban a su lado". Su desaparición física generó la congoja generalizada del ambiente automovilístico internacional.