Buenos Aires, 28 de julio.- Los Juegos Olímpicos no habían arrancado bien para Michael Phelps, que clasificó a la final de los 400 metros medley por apenas siete centésimas. Por eso, en la carrera decisiva sorprendió verlo en el octavo andarivel.
Cuando muchos esperaban que el multicampeón olímpico recuperara su nivel en la final, el que se lució fue su compatriota Ryan Lochte que dominó de principio a fin y se impuso con un tiempo de 4 minutos, 5 segundos y 18 centésimas. En tanto, Phelps parecía encaminarse al segundo lugar pero al final se retrasó y ni siquiera subió al podio (fue cuarto con 4:09.28). Segundo y medalla de plata fue el brasileño Thiago Pereira, con 4:08.86, y tercero el japonés Kosuke Hagino, 4:09.94.
Para Lochte, doble campeón mundial en 2009 y 2011, significa una gran revancha personal, ya que en Pekín 2008 había sido segundo de Phelps, que esta vez se quedó sin nada, pero que tendrá más chances de engrosar su medallero personal, que ya tiene 16 medallas.
Pereira, de 26 años, consiguió su primera presea olímpica en su tercera vez en unos Juegos. El brasileño nadó con consistencia desde el inicio y tras tomar la segunda posición a mitad de carrera ya no la abandonó hasta el final, a pesar de la presión de Hagino y Phelps en los 100m finales de nado libre.
Es la tercera medalla de la historia de la natación olímpica brasileña tras las dos conseguidas por César Cielo en Pekín (oro en 50m libres y plata en 100m de esa especialidad). Pereira ya había dejado entrever de lo que era capaz en los últimos Panamericanos de Guadalajara 2011, donde se había bañado en títulos con seis medallas doradas, una de plata y una de bronce.
