Arturo Vidal no escarmienta. Los detalles de su escandalosa semana desde que llegó a Chile como parte de la convocatoria de Martín Lasarte para la doble fecha de Eliminatorias son cada vez más espinosos y trascienden con fuerza a partir de su positivo en coronavirus por el cual está hospitalizado. Pese a todo, utiliza sus redes sociales para hacer posteos que no hacen más que tensar la cuerda del estrépito.

Un video con un bello paisaje, vestido con un tema musical titulado Envidioso y un emoji de su rostro caricaturizado con un dedo haciendo el gesto de silencio apareció en sus historias de Instagram en respuesta al escándalo mayúsculo que comenzó el 25 de mayo, cuando llegó a Santiago desde Italia, donde se consagró campeón de la Serie A con el Inter de Milán, prosiguió con intensas reuniones sociales y terminó con su desafectación de la Selección tras confirmarse su test positivo en Covid-19.

El Rey Arturo llegó a su país el domingo 25 de mayo. Venía de vacacionar con su familiar tras ganar el Scudetto en Italia. Del aeropuerto fue directo a una clínica para someterse al examen PCR para la detección de coronavirus y esperó los resultados en la concentración del seleccionado chileno. Fue sobre la media tarde cuando le informaron que el virus no era detectable en su organismo. Libre y con permiso especial para no hacer cuarentena, cuentan los medios del país trasandino, habría mantenido esa noche una cena con cuatro amigos.

El lunes 26, en tanto, utilizó su tiempo para resolver temas relacionados a actividades comerciales. Grabó una publicidad para una marca de ropa, compartió un almuerzo en un restaurante y en las últimas horas de la tarde se reunió en el Hipódromo de Santiago con los cuidadores de sus caballos, una de sus pasiones. De ese momento quedó el registro de las fotos que el propio mediocampista subió a sus redes sociales.

En los días siguientes se unió a sus compañeros en la concentración de Juan Pinto Durán, conocida a partir del paso de Marcelo Bielsa como entrenador, para llevar a cabo los entrenamientos frente a los partidos con Argentina y Bolivia por las Eliminatorias. Por la mañana acudía a la práctica, por la tarde, a sus demás compromisos y distracciones.

El viernes 30, Vidal estuvo con los futbolistas del club Rodelindo Román, institución de su barrio natal, de la que es el dueño y durante esa jornada recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. “Feliz con la vacuna!!! Ahora estamos mejor para los próximos desafíos con La Roja. A cuidarnos entre todos y a vacunarse”, escribió en sus redes junto a la imagen del momento en el que recibió el medicamento.

Hasta entonces mucho de su accionar podía ser cuestionable en tiempos de pandemia con una población chilena en ejercicio de cuidados extremos por su acatamiento a la Fase 2 en la que se encuentra el país. Sin embargo, a partir de conocerse su positivo en coronavirus confirmado de manera oficial el martes 1° de junio, se conoció una escandaloso foto del futbolista en un hotel junto a una mujer llamada Nicol Flores, de profesión modelo, con quien habría acordado encontrarse según surge de las conversaciones que también se dieron a conocer.

La imagen habría sido compartida por la mujer en sus grupos de Whatsapp, a partir de donde comenzó a girar hasta tomar estado público. Para entonces los rumores de que Vidal había contraído el virus corrían con fuerza y el jugador no tuvo más opción que comunicarse a través de sus redes. “Lamentablemente, en el control de hoy me entero que resulté positivo de Covid, a consecuencia de un amigo que estando sin síntomas dio positivo en un control preventivo. Esta vez no podré estar en la cancha, pero apoyaré a mis compañeros con toda mi fuerza. Voy a recuperarme pronto para poder vestir nuevamente La Roja de Todos”, escribió Vidal el lunes.

A las pocas horas Arturo Vidal, que para entonces ya había sido desafectado de la Selección de Chile, fue internado al presentar un “síndrome febril” y, si bien se encontraba aislado desde los primeros síntomas, aparecidos 72 horas antes del positivo, su accionar causó mucho malestar en sus compañeros e incluso la dirigencia de la Federación de Chile estudia iniciarle un sumario interno.

Vidal desarrolló un cuadro de amigdalitis pultácea severa, corroborado por especialistas en enfermedades infecciosas y respiratorias y con controles de PCR negativos los días 25, 29 y 30 de mayo. La federación había hecho público horas antes que el jugador presentaba dicha dolencia, pero en ese momento señaló que los síntomas presentados no respondían a un cuadro infeccioso de Covid-19 y tampoco a complicaciones derivadas de la vacuna contra el coronavirus que recibió la semana pasada.

El Rey no podrá jugar ni con Argentina ni con Bolivia, dos partidos clave para Chile rumbo a Qatar 2022. La Roja ocupa la sexta posición con cuatro puntos de doce posibles. Cinco días después de los partidos por Eliminatorias, deberá afrontar una nueva edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo: la Copa América que se jugará en Brasil.

Desde hace días, y pese al alto porcentaje de vacunados en Chile (más del 52 % con las dos dosis) el país vive un repunte de contagios con cifras de casos nuevos similares a las de marzo y abril, cuando las autoridades pusieron en cuarentena a más del 90 % de la población y había más de un 95 % de ocupación hospitalaria. En este contexto, los siete días locos de Arturo Vidal tuvieron un alto costo.