Difunta querida. Los ciclistas viajaron en la primera etapa al paraje de Vallecito.
Testigo. La organización dispuso de un helicóptero para seguir de cerca la competencia.
Los ídolos, de cerca. Una nene con su querida bicicleta ve el paso del pelotón, con los equipos de elite en primera fila.
A subir. Los ciclistas encaran una de las tantas subidas a los Caracoles, en una postal magnífica y para el recuerdo de todos.
Bendición. El pedalero se tira agua, en una etapa donde el termómetro pasó los 40º.
Las nubes y el pelotón. La semana de la Vuelta tuvo mucho calor, pero también momentos donde el cielo algo nublado se ‘apiadó’ de los pedaleros.