Paulo Dybala aprovechó sus vacaciones para organizar un partido benéfico en Laguna Larga, su ciudad natal. Al no haber asistido al casamiento de Lionel Messi, el cordobés se reunió con amigos para disputar un amistoso con el objetivo de recaudar fondos para la Fundación Sonrisa.

Lejos de mostrarse displicente en el encuentro, la Joya improvisó un golazo que paralizó a Córdoba. Un tiro libre en el que superó a una innumerable barrera sorprendió a propios y extraños. Incluso el intendente de la ciudad, Federico García, se había puesto debajo del arco para detener el disparo del atacante de la Juventus. El hijo pródigo festejó en su tierra de origen.