Feliz. Ramiro Torres junto a su hermanito menor que asistió junto al resto de la familia a alentarlo. Es sanjuanino pero reside en Mendoza y defiende a la Selección mendocina.

La sangre siempre tira, las raíces no se olvidan pero hoy es otro el sentimiento que invade a Ramiro Torres, el chico sanjuanino de 17 años que defiende los colores de la Selección Mendocina de hockey sobre patines, disciplina que debuta en estos Juegos Binacionales de la Integración Andina.


Oriundo de Rawson, formado casi desde la cuna en la cantera de Unión de Villa Krause y posterior paso también por el Club Barrio Rivadavia, por motivos personales Ramiro decidió emigrar a Mendoza para buscar nuevos aires hace dos años. Lógicamente que no pudo dejar de lado al hockey y comenzó a darle rienda suelta a su pasión en el Club Leonardo Murialdo. Es tanto el talento del pibe que fue citado ya tres veces para defender la camiseta granate que identifica a los seleccionados mendocinos: ya fue a Entre Rios y a Junín a representar a esa provincia en Campeonatos Argentinos de Selecciones.


Pero apenas fue citado a estos Binacionales, el sentimiento fue otro para Ramiro. Significó venir a su provincia natal con la chance de medirse también frente a su provincia. "Mendoza me trata muy bien, no puedo negarlo y estoy muy cómodo pero es especial venir acá, tengo muchos nervios pero ahora me toca defender los colores de Mendoza así que me voy a brindar al máximo para dar lo mejor", comentó,. lógicamente que las ventajas de jugar en San Juan es que le permite a su familia que quedó aquí, poder ir a verlo: "Eso es lo bueno, que vienen todos a alentarme. Es muy lindo recibir el aliento de mi familia y amigos" comentó el pibe que estudia el Cuarto Año de la Secundaria.


Sobre las diferencias que encontró en el hockey mendocino, el sanjuanino expresó: "Hace unos años que el hockey de San Juan corría con ventaja pero ahora la cosa cambió, se niveló porque el hockey mendocino creció y creo que hoy los dos están en el mismo nivel", aseguró el pibe rawsino que por ahora es un mendocino por adopción.

Ramiro se formó en Unión, jugó tres años en Barrio Rivadavia y ahora juega en 
Murialdo.